El gasto del turismo extranjero se dispara en Euskadi y supera los 2.300 millones en 2023

Entonces recuperar al turista extranjero se convirtió en el mayor quebradero de cabeza tanto para los profesionales del sector en Euskadi como para las instituciones públicas. Se trata de un cliente estratégico que desembolsa mayores cantidades que el local. Los foráneos, solo en 2019, se dejaron 1.614 millones de euros en el País Vasco, según datos publicados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con la recuperación del sector gracias a que se levantaran las restricciones, en 2022 se consiguió superar esa cifra con 1.735 millones gastados. Y el año pasado el dato rompió su techo con 2.344 millones, lo que supone un 45% más de lo que lo que se dejaban antes de la pandemia.

Los dos millones de turistas extranjeros que visitaron Euskadi el año pasado, 400.000 más que en 2019, explican que se haya alcanzado este récord. Fuentes de la patronal vasca de hostería explican que «aunque el porcentaje de gasto del visitante foráneo llevaba años creciendo, en 2023 por primera vez superó al del turista español en nuestro sector». «Esto ocurre porque tiene un nivel adquisitivo mayor y, por lo tanto, puede pagar más».

El visitante extranjero gasta, de media, 121,25 euros diarios por persona. Esta cifra sitúa a Euskadi como la tercera comunidad donde más dinero se desembolsa al día, solo superada por Navarra (127,07) y Madrid (141). Sin embargo, en la estadística del gasto total (es decir, el que se hace durante todo el tiempo que el viajero pasa en el País Vasco), el territorio se sitúa por la cola con 182 euros junto a Navarra (177) y Extremadura (144).

Sin embargo, la tabla hay que cogerla con pinzas ya que se calcula a partir de las compras que se hacen con tarjeta de crédito y los franceses que acuden a hacer sus compras rutinarias a municipios fronterizos de Gipuzkoa podrían distorsionarla. Otro de los factores que sin duda influye es el tiempo que dura de media un viaje por Euskadi, que ronda los cuatro días y medio. Desde el departamento de Turismo del Gobierno vasco reconocen que aunque uno de los objetivos es aumentar la duración de las estancias, es complicado que se alcancen cifras como las de Andalucía o Baleares, donde el extranjero pasa semanas en municipios costeros.

Siendo el tiempo medio de estancia en Euskadi reducido, la desestacionalización del turismo es uno de los grandes objetivos que se ha marcado la consejería dirigida por Javier Hurtado. Es decir, diversificar los meses en los que vienen los visitantes y que no se concentren en julio y agosto. También procuran que estos periodos de atracción de turistas no coincidan con las vacaciones y puentes españoles.

La voluntad es buena, ¿pero cómo se hace para desestacionalizar el flujo de visitantes? Pues, explican desde Turismo, hipersegmentando las campañas. Es decir, no lanzar mensajes genéricos para un público masivo, sino que centrarlos en nichos específicos. Vayamos a un ejemplo concreto: las vacaciones en los Länder alemanes no coinciden ni con la Semana Santa ni con los puentes en España. Entonces el Gobierno vasco detecta que hay dos zonas con afición del cicloturismo. Y pone una campaña en marcha para captar a estos visitantes durante marzo y abril.

Aún así, al igual que en toda la serie histórica, el año pasado la temporada en la que los turistas foráneos desembolsaron más dinero en Euskadi fueron los meses de verano (en el tercer trimestre abonaron 759 millones de euros). Sin embargo, las distancias entre este periodo con el segundo y el cuarto trimestre tienden a estrecharse cada vez más. En 2023, de hecho, los gastado en estos dos intervalos igualó lo desembolsado entre julio y septiembre el año anterior.

Las previsiones que maneja Lakua son que este turismo siga aumentando. Explican que se «volcarán» especialmente en captar a los visitantes «de larga distancia».

Mientras con la apertura de fronteras se ha conseguido recuperar al turista estadounidense, que después del francés es el que más se visita Euskadi, el Gobierno vasco hará ahora una apuesta firme para llegar al mercado asiático, ya que es el que más restricciones de movilidad sufrió a causa del coronavirus. Y, si en algún país se tiene especial fijación, ese es Japón.

El gran objetivo de Ejecutivo vasco es convertir Euskadi en una de las puertas de entrada a Europa desde el país nipón. Por el momento, aseguran, han conseguido colocar el País Vasco al nivel de Madrid o Barcelona en la oferta en España que realizan las agencias de turismo. El Gobierno vasco celebró el octubre pasado en Tokio la semana de Japón con el fin de promocionar el País vasco como destino, a la que el consejero Hurtado acudió junto al lehendakari Iñigo Urkullu. Dentro de este marco, se celebraron reuniones con touroperadores «ya que en países tan grandes es complicado llegar con campañas específicas al turista final».