Accidentes laborales
Expedientan a agentes locales de Vitoria por tener accidentes con el coche patrulla«Somos los únicos funcionarios municipales sancionados. Hay trato discriminatorio», advierte el sindicato Sipla. El Ayuntamiento limita a 5 los casos abiertos
«A un compañero le han suspendido un día de empleo y sueldo por unas abolladuras. Pregunta por ahí que verás que no ha sido ... ha único». Desde hace más de un año, buena parte de la plantilla de la Policía Local se siente excesivamente fiscalizada por la jefatura. Hablan de «expedientes disciplinarios por golpes mínimos a los coches patrulla durante los servicios». Citan desde choques durante emergencias a daños leves al aparcar.
Nadie, eso sí, se atreve a dar una cifra exacta. Algunos hablan de «una veintena» de informes abiertos desde 2021. El departamento municipal de Seguridad los reduce a «cinco» y siempre por incidentes graves.
«Antes del turno hay que comprobar si el vehículo tiene alguna marca y al acabar se debe constatar cualquier rozadura... Que suele implicar una llamada de atención o la apertura de un expediente», aseguran varios patrulleros consultados.
Sipla, el sindicato mayoritario en la casa, constata esa versión. «De toda la flota de vehículos conducidos a diario por funcionarios del Ayuntamiento de Vitoria durante su jornada laboral, únicamente se están instruyendo expedientes disciplinarios a los agentes de Policia Local, dándoles un trato discriminatorio con el resto de funcionarios». En este punto agregan que «ni siquiera dentro del mismo departamento de Seguridad se está obrando de igual manera entre policías y otros funcionarios», en referencia velada a los bomberos.
La película cambia al dirigir el micrófono al Gabinete Etxebarria. En los dos últimos años «se han iniciado 5 expedientes a agentes de Policía Local. 2 de ellos se consideran terminados y 3 se mantienen abiertos, sin resolución. En consecuencia, pueden resultar archivados sin sanción», subraya un portavoz oficial. «El elemento de juicio fundamental es la presunta falta de diligencia exigible en el uso del vehículo y la producción de unos daños muy relevantes. Por el contrario, si los daños han sido menores no se han abierto expedientes».
Factura de «8.000 euros»
Un caso que generó disgusto en las bases de la comisaría de Aguirrelanda se refiere al choque sufrido por una patrulla en un cruce contra otro vehículo durante una emergencia. El automóvil policial –con las luces y sirenas encendidas– se saltó un semáforo en rojo. El otro conductor dio positivo en alcohol. Al policía al volante le pasaron en un primer momento una factura de «8.000 euros».
Turno de nuevo para el Sipla. « Si quieren utilizar la figura del expediente disciplinario como medio de sanción ante conductas improcedentes e indecorosas que afecten al correcto funcionamiento de la Policía Local o su imagen, que empiecen por sancionar a los mandos de diferente rango que, cobrando un plus de dedicación, no atienden al teléfono cuando son requeridos por una situación de emergencia, tal y como ocurrió la noche del fatídico accidente en Júndiz». Esa madrugada, un cabo lideró la actuación.
El día que el comisario sufrió un percance con un coche en Aguirrelanda
La mañana del 23 de mayo del año pasado, un coche patrulla transitaba por las instalaciones de la comisaría de Aguirrelanda. El vehículo eléctrico, un Volkswagen ID4 con matrícula 6058MBS, sufrió un pequeño percance saldado con rasponazos y abolladuras. Según el protocolo interno, esa incidencia debía comunicarse a la sección de atestados para la elaboración de un informe y la posterior resolución de medidas para el causante. El conductor era el comisario Roberto García Tobalina.
En vez de acudir al área de atestados –«como hacemos el resto», alegan fuentes internas–, «un oficial le tomó nota de lo ocurrido en privado». No consta sanción. Seguridad admite el incidente. Aunque remarca sobre este episodio que el coche sufrió «un daño menor que, como la mayoría de daños, no motiva expediente».
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