«Espero que nunca tengamos que arrepentirnos de no buscar gas en Subijana»

- El diputado general aseguró hace seis meses que este curso sería «importante» para las renovables y hemos llegado al ecuador sin apenas avances.

- Es que no hemos recibido más proyectos en esta Administración. La compañía Aixeindar desistió sobre los parques de Arkamo e Iturrieta y los otros dos, Azáceta y Labraza, siguen adelante. El resto que publicáis los medios aún no han llegado aquí y ahora mismo sólo tenemos solicitudes para la instalación de dos antenas de medición, una en Cantoblanco (Añana), que puede que después ni siquiera se concreten en proyectos. Luego están las cooperativas fotovoltaicas de Ekiolas, que ya cuentan con suelo en cada cuadrilla, y sigue la tramitación administrativa del parque solar de 125 megavatios en Armiñón.

- Entonces, ¿cómo se explica que todas las semanas trasciendan iniciativas privadas?

- Es ruido. ¿Cuántos han empezado a mover tierra? Ninguno. Hace tres años que se abrió la veda para las renovables con la derogación del famoso 'impuesto al sol' y, desde esa fecha, los inversores han creado una impresionante burbuja en el sector eléctrico, que es legítima. Hay empresas que han hecho dinero en otros sectores y que invierten ahora en el mercado de las renovables. Hay un 'boom' y más aún viendo el precio que está alcanzando la electricidad. Pero todas tendrán que superar las limitaciones urbanísticas de los planes generales (PGOU) de cada municipio y las limitaciones medioambientales. ¿Pasarán el filtro? Es muy complejo.

- Con los proyectos que hay ahora sobre la mesa, ¿será posible alcanzar los objetivos de la Ley de Cambio Climático para 2030?

- Será muy complicado, pero tanto en Euskadi como en Madrid o Barcelona. De los 12 millones de megavatios hora de energía que se consumen al año -tanto eléctrica como fósil- el territorio de Álava debe alcanzar un 75% de renovable. Está muy complicado. Los molinos de Badaia y Elgea generan hoy 84 megavatios y si se desarrollan todos los proyectos que han trascendido podríamos llegar a los 400 MW, pero si en este territorio se apostase exclusivamente por la energía eólica necesitaríamos llegar hasta los 4.600 MW y 11.000 MW en el caso fotovoltaico.

- ¿Eso en cuántos molinos se traduciría?

- Matemáticamente eso supondría instalar 700 aerogeneradores hasta 2030, cien por año. ¿Eso es posible? ¿Se hará? Pues coges el mapa, ves que un tercio es ZEC y luego hay que respetar la red hidrográfica, los suelos de alto valor agrario, las carreteras, el ferrocarril, el patrimonio cultural... Entonces nos queda discutir sobre lo que queda del territorio y entiendo que la gente quiera conservar un paisaje idílico en el que no encuentre un molino cuando suba al monte, pero hay que acomodarse a esta nueva situación.

- La oposición pide que se espere hasta que el Gobierno vasco desarrolle un plan territorial sectorial (PTS) de energías renovables para evitar licencias de instalación en zonas poco eficientes.

- Me juego una comida a que el promotor privado que está impulsando un parque eólico va a cumplir inconscientemente con el PTS. ¿Por qué? Ningún promotor privado se va a ir a colocar un parque eólico, con la pasta que cuesta y la cantidad de permisos que hay que solicitar, a un sitio poco eficiente o con limitaciones medioambientales. Lo que interesa es gastar poco en la instalación y garantizar la generación continuada de kilovatios.

- ¿Hasta qué punto dependemos de la energía externa?

- Aún necesitamos el gas que viene de Argelia o en buques metaneros desde Ghana, Nigeria o el norte de Arabia y del petróleo refinado en sus distintas fracciones de Petronor. Desgraciadamente, con la invasión rusa en Ucrania va quedar claro que Europa es energéticamente dependiente y no nos va a quedar más remedio que apostar sí o sí por las energías renovables.

- Ante este panorama, ¿se arrepiente de que no se haya explorado el gas en Subijana?

- Se tomó una decisión democrática que tenemos que respetar. No hubo acuerdo para explorar la bolsa de gas de Subijana. Esto es así, es irrefutable y no tenemos nada más que decir. Hay que respetar el mandato del Parlamento y se acabó.

- Ya. ¿Pero lo lamenta?

- Espero que nunca nos tengamos que arrepentir porque, como ya dijimos entonces, aquí seguimos consumiendo gas. Esto es una realidad. ¿Sabe la gente qué huella ambiental dejan los metaneros? Yo estoy deseando de verdad que la guerra de Ucrania acabe ahora mismo, pero tiene pinta de que la energía se va a poner en unos términos tales que igual resulta que tenemos aquí debajo una bolsa de gas que ni siquiera hemos explorado y nuestras opciones renovables se limitan al sol y al viento.

- ¿Por qué han renunciado a convertir los Montes de Vitoria en un parque natural?

- No nos hagamos trampas. Sobre Montes de Vitoria hay que hilar muy fino porque el expediente de apertura como parque natural se retrotrae a hace doce años y las figuras de protección ambiental desde entonces han evolucionado y así, en 2012 surgieron las ZEC. Ahora estamos culminando los trabajos técnicos para ampliar de 2.227 a 5.130 hectáreas la zona de especial conservación y va a incluir no sólo la corona superior con los mayores valores ambientales, sino otros valores que, sin parecer tan importantes, pueden ser objetivos de una conservación activa.

- Pero no se incluye Azáceta, donde se quiere colocar un parque eólico; Subijana, donde se buscaba gas; Okina...

- No hay que buscarle cinco pies al gato. Esto es un proceso puramente técnico que había que resolver en algún momento. Subijana, con todos mis respetos, es un pedregal, y el caso de Okina es que está más cerca de Izki que de los Montes de Vitoria y estamos estudiando incluirla en la futura ampliación de la ZEC de Izki.

- ¿Qué está haciendo la Diputación para mejorar la recogida de residuos?

- Vamos a pasar de dos a cinco plantas de tratamiento de residuos. Esperamos que en un año comiencen las obras de una planta de compostaje y de forma paralela estamos avanzando para un centro de revalorización de los rechazos de la actual planta de envases. Luego estamos trabajando en una instalación de tratamiento de voluminosos.

- Álava está rezagada en el reciclaje de plástico y vidrio. ¿No siente que se ha fracasado?

- Estas futuras infraestructuras irán de la mano con una serie de políticas de educación y sensibilización ambiental. Pero llevamos años insistiendo en que no se gasten bolsas de plástico continuamente o qué va en el contenedor amarillo y el azul. Otra cosa es que tengamos un guirigay importante en la cabeza. Pero también habrá que insistir en los planes de prevención y gestión de residuos, es decir, en reducir la cantidad de basura que generamos.