El entroje cierra mañana enSalinas un año «excelente»
El fin de la recogida de la sal se celebrará porteando este 'oro blanco' al almacén del pueblo con cánticos, bailes y un pintxo-pote
Ania Ibañez
Viernes, 12 de septiembre 2025, 00:14
La asociación de salineros Gatzagak ya tiene todo listo para celebrar mañana la Fiesta del Entroje en Salinas de Añana. Este acto conmemora el fin ... de la recogida del 'oro blanco', que este año se prevé «muy buena», pues ha sido un «año excelente», adelanta Montse López de Aretxabaleta, secretaria del colectivo. «Aquí el enemigo es la lluvia, por lo que julio y agosto han sido muy buenos en ese sentido y el viento se ha adaptado a lo que necesitamos», añade.
Esta tradición ancestral marca el final de la cosecha con la representación de la recogida de la sal. «A las once de la mañana se empezará a llamar a las tandas», es decir, «a las personas que van a hacer el entroje». Media hora más tarde habrá un reparto. «Antiguamente para que tiraran de los sacos se les daba albillo de moscatel -un vino dulce elaborado con las uvas residuales y maduras que se emplean para el txakoli- acompañado de galletas. Después, se les colocarán los sacos en la cabeza», explica López de Aretxabaleta.
Los costales se llenarán de sal y «saldremos todos en dirección al Valle Salado, donde se bailará un aurresku». Un homenaje que este año está dedicado a «todas las mujeres que han mantenido vivo» este espacio. «Llevábamos años pensando que había que homenajearlas a ellas, porque el entroje antiguamente era una función de las salineras que, además, eran entrojadoras», detalla la secretaria de Gatzagak. «Gracias a ellas hoy tenemos lo que tenemos en Salinas de Añana», subraya.
«Ahora mismo creo que no hay ninguna salinera recogiendo sal, pero sí que hay muchas mujeres trabajando en el Valle», puntualiza. «Se encargan de las visitas guiadas, también trabajan en el envasado, clasificando el tipo de sales y empaquetándola. Estamos presentes en muchas funciones, también en la Fundación Valle Salado y en Gatzagak».
Cánticos
Una vez rellenados los sacos, los porteadores de este condimento tan preciado se dirigirán al almacén del pueblo acompañados por «cánticos que también se han recuperado», como ese que dice que «la vida del salinero es muy triste de contar». Con el trabajo hecho, en la plaza de Salinas de Añana habrá una exhibición de dantzaris y finalmente habrá un pintxo-pote gratuito para todo aquel que se acerque al pueblo a disfrutar del acontecimiento.
«Es un día muy bonito», recalca López de Aretxabaleta, «todos los salineros estamos súper orgullosos de haber conseguido recuperar algo que se había perdido». Y es que esta fiesta del entroje se reimplantó en 2008 de la mano de Gatzagak porque «es muy importante que la gente joven recuerde lo que han hecho nuestros antepasados», puntualiza Montse López de Aretxabaleta, cuya madre fue salinera. «Me casé con un salinero y mis hijos también lo son. Mi familia siempre ha estado ligada al valle», destaca. De hecho, su suegra fue «una de las últimas salineras» y hoy en día está «muy orgullosa» porque «no creía que pudiera venir tanta gente de fuera a disfrutar de Salinas».
«Para ellos no tenía valor porque había sido una 'mina' donde la sal se vendía por muy poco y se había convertido en una especie desgracia», rememora la secretaria de Gatzagak. «La gente decidió marcharse a la capital a trabajar y fue muy difícil hacerles ver lo importante que era el valle», apostilla. Algo que cambió a principios del presente siglo con el plan director para restaurar sus eras y celebraciones como el entroje que prácticamente habían caído en el olvido. «En la década de los noventa, el Valle estaba prácticamente perdido y ahora, al haber recuperado antiguas tradiciones, se le ha dado una nueva vida a Salinas de Añana», celebra López de Aretxabaleta.
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