Empresas alavesas se alían con la Diputación y Cáritas para regularizar y emplear a migrantes

Para ello, la entidad ha armado un consorcio de organizaciones con el fin de aunar las empresas y los potenciales empleados. El proyecto, de entrada, cuenta con el apoyo financiero de Lanbide y la Diputación, que ha sido la encargada de canalizar la financiación una vez aprobadas las medidas complementarias al presupuesto foral de 2024. Junto a las instituciones trabaja Cáritas, que ofrece a los potenciales candidatos a las empresas que trasladan su interés a la Cámara. Además, el sector educativo pone la formación a través de Egibide y el Instituto Europa.

En estas dos entidades hay ya dos programas de formación. Desde el 14 de octubre, un grupo de 13 personas está dedicando 266 horas a operaciones y procesos de mecanizado en Egibide y desde esta misma semana, desde el lunes 21, otro 16 personas está formándose para trabajar en almacenes logísticos con el Instituto Europa.

Fuentes de las distintas entidades implicadas confirman la puesta en marcha de este programa, con el que se busca «dar solución a la falta de determinados perfiles profesionales en la industria y, al mismo tiempo, facilitar la integración sociolaboral de gente en situación irregular». Las organizaciones apuntan a estos perfiles migratorios como personas «que pueden ser activos fundamentales en el desarrollo económico y social de Álava».

El proyecto se organiza de tal forma que se recogen las necesidades de contratación de las empresas y Cáritas realiza una preselección de los posibles candidatos. Desde ahí, se hace una selección definitiva según las competencias de cada uno y se empieza con la formación. En paralelo, se tramita con Extranjería el permiso de arraigo para la formación, se trabaja en la inserción laboral de esos migrantes y se les da acompañamiento en la solicitud de los permisos provisionales de trabajo y residencia, que se convertirían en permanentes si se consigue trabajar de forma continuada durante tres años.

El proyecto de la Cámara, Cáritas y la Diputación es el primero que se centra en los inmigrantes irregulares, pero no es el único que está poniendo en marcha Álava. Cruz Roja, por ejemplo, está desarrollando un programa de emprendimiento con personas con dificultades para insertarse en el mercado laboral. El plan ha trabajado, según responsables de la propia asociación, con 62 desempleados. De ellos, 19 están diseñando sus proyectos y dos están en marcha: un negocio de fotografía impulsado por una mujer ucraniana y el centro de cosmética Nalasah Nails, impulsado por la colombiana Natalia Sotto con el apoyo de dos técnicos de Cruz Roja.

A esto se suma otra iniciativa de FP dual impulsada por SEA Empresas Alavesas, que también se ha apoyado en la Diputación. La iniciativa de la patronal está dirigida a jóvenes de entre 16 y 30 años que no tengan experiencia laboral. En estos casos se les dan las cualificaciones para trabajar en las pequeñas industrias del territorio. «Se sigue el modelo maestro-aprendiz mediante la formación dual y el contrato de formación», explican los promotores.

Aquí, al igual que con la Cámara, se busca cruzar las necesidades de empresas para dar con jóvenes que experimentan dificultades en la búsqueda de empleo. En ese 'win-win', los estudiantes reciben un certificado de profesionalidad gratis, se forman y mantienen la prestación por desempleo. Las empresas, a cambio, acceden a mano de obra cualificada, «ven reducidos los costes de seleccionar personal y el tiempo de integración y adaptación de nuevos trabajadores», con lo que supone eso. De la mano de la patronal alavesa hay ya un primer grupo con 13 personas que está formándose para ser operarios de montaje y mantenimiento de equipos industriales.

Junto a estas tres iniciativas con entidades ajenas, la Diputación tiene otras dos iniciativas ligadas a la formación en logística o la intermediación entre empresas y trabajadores. Además, cuenta con tres lanzaderas de empleo: dos en Vitoria y una tercera en Llodio. La diputada foral de Empleo, la socialista Cristina González, enmarca todas las iniciativas dentro de «una estrategia con programas transversales».

La prioridad, según la responsable del ramo, es «avanzar de forma progresiva hacia el pleno empleo técnico», algo que la propia González admite como «un reto complejo». En hacer frente a esa complejidad anda el territorio, donde, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre publicada el pasado viernes, Álava ha perdido 4.000 empleos a lo largo del verano y la tasa de paro ha subido del 8,28% al 9,40%, con una tendencia distinta a los datos de Eustat.