El diputado general de Álava muestra su «máximo respeto a la justicia» en el proceso del 'caso Sansoheta'
Ramiro González confía en que «caiga todo el peso de la ley» sobre los culpables y reitera que la Fiscalía y el juzgado «han determinado que no existió responsabilidad alguna» de la Diputación
Un día después de iniciarse el proceso judicial a diez adultos por contratar los servicios sexuales de siete menores tutelados por la Diputación de Álava en el llamado 'caso Sansoheta', el jefe del Ejecutivo foral, Ramiro González (PNV), ha mostrado su «máximo respeto» a la acción de la justicia así como su «confianza» en que el procedimiento «sirva para determinar lo que ocurrió, qué personas son culpables» y en que «caiga todo el peso de la ley» sobre estas últimas.
El diputado general, que estaba al frente la institución foral (que está personada como acusación particular a través del Consejo del Menor) en los años en que sucedieron los hechos -desde primeros de 2016 hasta enero de 2017-, ha remarcado que en seis años de «muy exhaustiva y profunda» investigación judicial «tanto la Fiscalía como el propio juzgado han determinado que no existía responsabilidad alguna» de la Diputación y «no ponen absolutamente ningún 'pero' a su actuación».
Sobre la posibilidad que contempla la asociación Clara Campoamor de pedir responsabilidades a la administración foral al cuestionar la vigilancia que mantuvo sobre los menores afectados, González se ha reafirmado en la misma idea. «Tengo máximo respeto a lo que diga cada parte en el proceso, pero ha habido una investigación durante seis años en los que se ha determinado que no existía responsabilidad, por eso en este procedimiento no es posible demandarla», ha reiterado.
«Lo que estamos haciendo no solo entonces sino siempre es tratar de prestar la mejor atención a los menores», ha subrayado el máximo responsable del Ejecutivo alavés. Según ha recordado, la Diputación ha establecido otros centros de menores durante los últimos años cuya ubicación no se ha hecho pública para intentar «evitar la estigmatización» de estos jóvenes, a los que «tenemos que procurar que tengan una vida lo más normal posible».
«Esfuerzo» de los menores
González ha querido poner en valor el «esfuerzo extraordinario que hacen muchos de esos jóvenes después de infancias complicadas para salir adelante». «Algunos llegan a la universidad, otros trabajan de forma absolutamente normal incorporándose a la sociedad. Es mérito de las personas formadoras y quiero poner en valor su esfuerzo y dedicación», ha remarcado.
Respecto al destino que tendrá Sansoheta, actualmente cerrado, el diputado general ha recordado que actualmente están en proceso de licitación las obras para establecer en este centro un equipamiento para personas con discapacidad.