La Diputación y el Obispado invertirán medio millón en la conservación de una decena de iglesias

La primera partida es de 300.000 euros y está destinada a la restauración de bienes inmuebles. De ella se beneficiarán las iglesias de Nuestra Señora de la Asunción de Caicedo de Yuso, la de San María de Lapuebla de Labarca, San Andrés de Elciego y la Natividad de Berrikano. A lo largo de este 2022 se realizarán obras en las tres primeras y se redactará el proyecto relativo a la última.

La segunda partida tiene una cuantía de 80.000 euros, que se invertirá en seis proyectos: en el retablo mayor de Nuestra Señora de la Asunción en Mesanza, en la restauración del retablo de San Esteban en Zurbano, restauración de una pintura de la iglesia de San Pedro en Menagarai, en estudios para valorar el estado de conservación de la portada de Santa María de Laguardia, en una intervención en el lienzo atribuido a Pacheco en Labastida y en la restauración de varias esculturas de la iglesia San Juan de Salvatierra.

Además se invertirán más de 165.000 euros en el Museo Diocesano de Arte Sacro para garantizar la gestión y el funcionamiento del mismo. También se prevé el diseño e implantación de una página web, el acondicionamiento de varias salas y la incorporación de tres obras procedentes del Museo de Quejana. En 2021 se alcanzó la cifra de 15.000 visitas, un dato muy similar al de 2019.

«El cuidado del patrimonio tiene indudable importancia social, histórica y cultural para todos los públicos porque nos cuenta la conexión con nuestro pasado y nos hace entender quiénes somos. Desde un prisma humanista es fundamental conservarlo para conocer cómo fueron, pensaron y crearon nuestros predecesores y crear así una sociedad mejor», ha destacado la diputada foral de Cultura y Deporte, Ana del Val, que ha asegurado que el patrimonio alavés se encuentra en un nivel «bastante óptimo» de cuidado. Para Carlos García Llata, vicario general de la Diócesis de Vitoria, el patrimonio alavés -«mucho más extenso que el de Bizkaia y Gipuzkoa»- contiene una riqueza valiosísima que hay que mantener tanto para el disfrute de los alaveses como para el de quienes nos visitan.