Máxima pena en el Código Penal
Confirman la prisión permanente revisable para el joven que mató a un conocido en VitoriaEl TSJPV rechaza el recurso de la defensa. Ismael M. mató en siete ataques distintos a un chico con discapacidad cerca de Michelin
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha ratificado la prisión permanente revisable para Ismael M., condenado en primavera por acabar con la ... vida de Ander, un vitoriano de 20 años con discapacidad acreditada, en una nave abandonada del polígono industrial de Gamarra, cerca de Michelin. Según ha sabido en exclusiva EL CORREO, esta instancia ha rechazo el recurso presentado por la defensa del joven vitoriano, que permanece en prisión desde los hechos, en julio de 2020.
En abril se celebró el juicio en la Audiencia Provincial de Álava. Primero le condenó por unanimidad un jurado popular. Todos los ciudadanos anónimos convocados para la ocasión consideraron que actuó con extrema crueldad para asesinar a Ander, al que conocía de varios años atrás y con quien solía extralimitarse.
A continuación, en mayo, la magistrada de la Audiencia Provincial de Álava, Ana Zulueta le condenó con la máxima pena del Código Penal, como pidió de inicio el fiscal Manu Pedreira y la acusación particular. La prisión permanente revisable sería la versión española de la cadena perpetua y entraña un mínimo de 25 años entre rejas.
La crueldad de su acción –siete ataques distintos– y la vulnerabilidad de la víctima resultaron determinantes en ese primer fallo de la Audiencia Provincial de Álava. Cabe recordar que esta sentencia es la segunda por prisión permanente revisable que se da en Álava. La anterior corresponde al asesinato de la niña Alicia, en la calle Libertad de Vitoria.
La sentencia de Zulueta, de 32 folios, concluía que el asesino, en prisión provisional desde los hechos, sabía lo que hacía aquella tarde de verano pese a consumir grandes cantidades de alcohol y medicamentos. El jurado popular también descartó este posible atenuante. Asimismo, incidía la jueza en que el asesino, que contaba 18 años en el momento de los hechos, conocía perfectamente que su víctima «era una persona especialmente vulnerable». Pese a ello le obligó a beber y drogarse durante horas.
Básicamente, este fallo y el dictamen del TSJPV -que pueden ser recurridos ante el Tribunal Supremo- valida todas las conclusiones de los nueve ciudadanos anónimos que en abril condenaron por unanimidad al entonces investigado.
Saldrá con 43 años
Salvo sorpresa en el Supremo, Ismael M. es responsable de un «delito de asesinato», por el que le imponen la prisión permanente revisable. En la práctica, supondrá un periodo en prisión por un mínimo de un cuarto de siglo, por lo que Ismael M. abandonará Zaballa con 43 años en el mejor de los casos. Se trata de la segunda persona en Álava que recibe el máximo castigo del Código Penal tras el profesor de saxofón que mató a sangre fría a la niña Alicia en la calle Libertad, en 2016. Asimismo, en el crimen de la nave abandonada de Gamarra, la jueza de la Audiencia Provincial de Álava impone al asesino de Ander otros tres años por un «delito de lesiones».
En su resolución, Zulueta remarca que la Fiscalía de Álava, a cargo de Manu Pedreira; la acusación particular, conducida por Ismael Díaz Herrán, «han solicitado la imposición de la pena de prisión permanente revisable». Ismael M. se encuentra en prisión provisional desde el 26 de julio de 2020, tres días después de que se produjeran los hechos. Ocupa una celda en Zaballa.
En el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Álava pasaron alrededor de ochenta testigos. Los turnos de los profesionales periciales -especialmente los encargados de las pruebas forenses- fueron determinantes para dar a conocer la crueldad del autor.
Según el trabajo forense y de la Ertzaintza se determinó que empujó a la víctima haciéndole caer de una altura de tres metros y medio, le apuñaló varias veces con una navaja, le arrastró «34 metros» por un suelo lleno de escombros, le golpeó con diferentes objetos y acabó con su vida dejando caer una piedra de gran peso sobre su cabeza. Posteriormente le hizo unas marcas en el abdomen con otro elemento punzante. «En ningún momento se han constatado intentos defensivos» de la víctima, remarca el fallo que hace hincapié en la «alevosía» del crimen, con siete ataques perfectamente diferenciados.
Amistad traicionera
Según el encausado, todo se inició con una discusión banal. Incluso agregó en su declaración que la víctima le pidió acabar con su vida tras caer al vacío. Ese testimonio pronto quedaría en entredicho gracias a las declaraciones de testigos periféricos y de los expertos forenses.
Ander e Ismael se conocían «desde 2019» por compartir momentos de ocio. Pero esa relación poco tenía que ver con una amistad. Había un acoso claro. La familia de Ander intentó sin éxito alejarle de su agresor, muy conocido entre círculos policiales por su «agresividad». Y si lo hizo fue en parte por la discapacidad que sufría el asesinado, un grado del 65%, ya que no podía evitar quedar «bajo amenazas». Ismael M. deberá indemnizar con 281.589 euros a la familia de Ander.
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