Condenado un vecino de Vitoria a 22 años de cárcel por violar sistemáticamente a sus dos hijas menores
La Audiencia Provincial de Álava no ve acreditada la acusación de que también abusó sexualmente de su expareja y madre de las pequeñas
Se enfrentaba a un global de 45 años de cárcel y, finalmente, la Audiencia Provincial de Álava le ha impuesto 22 años y medio ... a la sombra. Un vecino de Vitoria acaba de ser condenado por abusar sexualmente -y de manera sistemática- de sus dos hijas menores. El tribunal también le castiga por «vejaciones injustas» sobre la que fuera su pareja y madre de las pequeñas.
El fallo, que puede ser recurrido, pone cifra a uno de los casos más graves de violencia de género y de abusos sexuales en el ámbito familiar que se han revisado en el Palacio de Justicia de la Avenida de Gasteiz. La sentencia del magistrado Francisco García Romo, secundada por sus compañeros Jesús Poncela y Elena Cabero, excluye eso sí los ataques sexuales a la exmujer del ya condenado.
«Hemos descartado la existencia de un delito continuado de agresión sexual en el ámbito de la violencia de género al no haber quedado acreditados los hechos que sustentarían la existencia de esta infracción penal, conforme a lo argumentado en el fundamento jurídico», señala el dictamen, que podrá recurrirse al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Es decir, este hombre todavía no entrará en prisión.
Este vecino de Vitoria, de 41 años, se enfrentaba a una pena global máxima de 45 años acusado de violar, vejar y coaccionar a su ahora exmujer y a sus dos hijas en común. En la vista oral, celebrada a finales de junio, las acusaciones originales hablaban de maltrato habitual (petición fiscal de 3 años), delito continuado de agresión sexual en el ámbito de la violencia de género (12 años) y dos delitos continuados de agresión sexual a menor de 16 años (15 años cada uno).
Subsidiariamente, eso sí, tanto la Fiscalía como la acusación particular se abrieron a rebajarlo a 37 años. Este hombre y su antigua compañera sentimental iniciaron una relación sentimental en 2005, fruto de la cual nacieron dos niñas. Una alcanzará este año la mayoría de edad y la otra lo hará en 2026. Durante esa relación protagonizó episodios de «control absoluto» sobre las tres. Un control «económico, social y psicológico», llegó a alertar la fiscal Camino Méndez.
«Voy a quemar la casa»
Para que guardaran silencio, amenazó a sus hijas con expresiones como «voy a quemar la casa con tu madre dentro». Esas supuestas violaciones se produjeron siempre sin testigos externos. En la vista oral, celebrada a finales de junio, las tres víctimas declararon a puerta cerrada y, según reveló este periódico, se ratificaron en esos ataques. Las menores incluso dijeron que las violaciones empezaron cuando sólo tenían 5 años.
Dos meses después de aquella vista, la Audiencia Provincial de Álava ha considerado en parte los postulados de las acusaciones. Absuelve al procesado de atacar sexualmente a su antigua pareja sentimental. Por contra le condena a 6 meses de prisión por «amenazas leves», y a 40 días de localización permanente por «vejaciones injustas».
El grueso de esta sentencia condenatoria, por tanto, se encuentra en las violaciones a sus pequeñas. Por cada uno de estos dos «delitos continuados de abuso sexual a menores de 16 años con penetración y prevalimiento de una relación de parentesco», la sala le impone once años de prisión.
También deberá indemnizar a sus víctimas, con las que tiene prohibido comunicarse o acercarse desde la denuncia original, con un global de 101.000 euros.
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