Trabajadores de geriátricos protestan tras la muerte de un sanitario en Vitoria

El fallecimiento de un auxiliar sanitario de la residencia de mayores de Caser en Vitoria se convirtió ayer en el primer empleado de un centro geriátrico de Euskadi que fallece afectado por el Covid-19. Sus compañeros de trabajo en el centro ubicado en Mendizorroza, así como los de otras instalaciones de la capital, se han concentrado este mediodía en señal de protesta, convocados por los sindicatos ELA, LAB, CC OO y UGT.

Las centrales sindicales han denunciado la muerte de este sanitario, de 61 años de edad. Se encontraba de baja en su casa afectado por el coronavirus y falleció de forma repentina, según la información trasladada por la familia a este diario.

La residencia Caser Residencial Alto del Prado atiende a personas dependientes y con necesidades intensivas de cuidado derivadas de Osakidetza y la Diputación alavesa, según ha informado ELA. En la actualidad, hay 21 usuarios en esta unidad, de los cuales 20 han dado positivo en Covid-19, según esta central, que también indica que en este centro, que cuenta con 158 camas, 54 de las cuales son concertadas por la Diputación. Y añade que en ella han muerto más de 30 residentes con coronavirus, a los que se suma este trabajador. El Gobierno foral rebaja de forma sustancial la cifra aunque ha declinado aportar el dato exacto.

ELA ha trasladado su pésame a la familia y compañeros del auxiliar fallecido y ha exigido a la empresa y a la Diputación que actúen con responsabilidad y garanticen la seguridad y la protección de la plantilla, porque «en la actualidad las medidas de prevención y los equipos de protección son completamente insuficientes». También ha reclamado que se hagan test a toda la plantilla.

LAB ha exigido responsabilidad al Gobierno vasco y que articule de manera prioritaria un plan efectivo para paliar las «penosas situaciones que se viven» en las residencias de mayores, al tiempo que ha denunciado la falta de protección y seguridad de los trabajadores en las mismas.

UGT ha recordado que el fallecido estaba afiliado a esta central y le ha agradecido el «valor y el compromiso» que «siempre tuvo en su trabajo diario con los ancianos». Desde el sindicato han indicado que «es un duro golpe para todos los compañeros y familiares, una muerte que nos deja un sentimiento de impotencia terrible». A su juicio la gestión que desde el inicio de la pandemia se está llevando a cabo en las residencias, es »lamentable«, con escasez de EPIs adecuadas y tardanza en su recepción.

CC OO, como el resto de las centrales, ha incidido en que se debe de extremar la implantación de medidas preventivas para los trabajadores de las residencias. Además, ha destacado que las respuestas ante este hecho y cualquier accidente en el trabajo ha de ser unitaria.