Vitoria

Un centenar de remolques sin uso bloquean los aparcamientos para trabajadores de Júndiz

Ni es algo nuevo, ni puntual. Y tampoco está permitido por la Ordenanza municipal. «Estamos hartos ya. Llevamos así más de dos años. Lo hemos trasladado al Ayuntamiento por teléfono y en las mesas de Industria, pero no se nos da ninguna solución», se queja Pérez, quien habla de un 'modus operandi' simple -«llegan, dejan la plataforma y se marchan»-, pero meticulosamente organizado. Porque las caravanas sin la cabeza motorizada se forman dejando una separación de 5 a 10 metros entre remolques para facilitar la maniobra de enganche cuando el transportista llegue con intención de emprender la marcha hacia su destino.

Y pese a que este es el polígono industrial más grande del País Vasco, los camiones «no son de empresas que estén operando en Júndiz», precisa. La ubicación del área empresarial, en un nodo estratégico de comunicaciones, con accesos directos a la A-1 Madrid-Irún, la hace resaltar en el mapa para compañías locales, nacionales e incluso internacionales. Entre los estacionados se advierten matrículas de Bulgaria, Portugal o Países Bajos.

El secretario de la Asociación de Empresas de Júndiz pone el foco en las cinco calles más tensionadas: «Zorrolleta, Júndiz, Lermandabide, Bilodabidea y Zurrupitieta». Precisamente, en esta última los empleados, hastiados por no tener durante varios días plazas donde estacionar, llegaron a llamar a la Policía Local. En el Sector 21 ambos lados de la carretera están tomados por los remolques, creando una especie de efecto túnel. «Mira, mira... esto es una vergüenza», recrimina.

En los remolques detectados en esas calles predomina el logotipo de una empresa (Ewals) y la matrícula neerlandesa. Este periódico contactó con la sede en Barcelona de esta multinacional de Países Bajos. Sus responsables aseguraron que se trata de «algo puntual». En concreto, las «inclemencias meteorológicas en el puerto de Bilbao, desde donde parten hacia su destino». Esa es la única razón (insisten) que les obligó a 'aparcar' en las calles de Júndiz más de cuarenta plataformas. «¿Y cuando hacía calor como en verano?», replica Pérez Merino, que niega rotunda la excepcionalidad que esgrimen desde Ewals.

«Entendemos el malestar»

La versión de la empresa también contradice la que ofrece un conductor, que pide no revelar su identidad. «Pues a lo mejor me llevo la tauliner -camión de cortina- y viene otro compañero por la noche y necesita el frigorífico. Al final es un aparcamiento. Entendemos el malestar que puede generar entre las empresas, pero en el transporte esto va como va...». Tras subirse al vehículo, coge la carretera y se adentra en la autovía.

Tras constatar el descontrol que se vive en Júndiz, se contactó con el Ayuntamiento -que gestiona el suelo del polígono-. «Esta situación en concreto y el presumible incumplimiento de la ordenanza van a ser verificados por una patrulla», aseguraron a este periódico. La ordenanza municipal establece de forma explícita lo siguiente: «No se podrán estacionar en las vías públicas remolques separados del vehículo motor». De manera que, «de comprobarse la infracción, vamos a contactar con la empresa de transporte titular y les trasladaremos un requerimiento para que corrijan la situación en el menor plazo posible», insisten desde la Concejalía de Seguridad.