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Pomona, Dolomiti, Helados Plaza y el restaurante Carey son algunos de los que ofrecen servicio a domicilio. Rafa Gutiérrez

Caracoles a domicilio

Sin salir de casa ·

Aumentan las entregas de frescos y platos elaborados tras un pequeño parón en los primeros días de alerta . «Hemos triplicado los pedidos»

Lunes, 27 de abril 2020, 01:42

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Ponerse los guantes, ajustar la mascarilla, envasar con delicadeza... Volver a lavarse las manos con el gel como si fuera un tic. Todos esos gestos han llevado al extremo la pulcritud en la cocina, donde la higiene ya era una norma obligada. Quienes tratan con los alimentos repiten mentalmente la lista de tareas que tienen que hacer cuando reciben un encargo a domicilio. A los restauradores de Vitoria que mantienen este servicio les llegan peticiones por móvil, reservas en web o a través de las aplicacciones de 'delivery' como Glovo o Just Eat. Tras los primeros días de la alarma sanitaria sin apenas demanda, las entregas en casa han comenzado a «normalizarse», afirman. Incluso se han multiplicado. De esta manera, tratan de salvaguardar las pérdidas por el cierre al público de los locales.

«Antes de esta crisis, la gente se iba de cañas y después pedía para cenar o comer. Un sábado, a las once de la noche seguían entrando pedidos. Ahora, el 90% pide entre las ocho y las nueve de la noche», cuenta acerca de los pequeños cambios de hábito Patricia Galdos, encargada de la pizzería Dolomiti, asociada a Glovo. Esta empresa cuenta en Vitoria con una treintena de locales vinculados, en su mayoría kebabs y hamburgueserías. Otros restaurantes, como el Mano Lenta, ultiman su propio servicio a domicilio que tiene previsto poner en marcha a mediados de esta semana. No faltan quienes han ideado una carta con motivo de San Prudencio.

«Estamos preparando un menú especial para San Prudencio»

patricia Galdos. Pizzería Dolomiti

234 pedidos durante la primera quincena de abril. Ese es el último dato que le ha enviado la empresa de envío a domicilio Glovo, que se queda con el 25 por ciento de comisión en cada entrega. La sacudida por el cierre de los restaurantes llevó a Patricia Galdos a aplicar un ERTE. Tan solo manteniendo este servicio de entrega a domicilio podía «aliviar el agobio de los costes fijos», reconoce la hostelera, quien prepara cada comida en el momento justo en el que llegan los repartidores «para que no se enfríe». «Según la estadística, hemos triplicado el número de pedidos a domicilio respecto a febrero», cuenta la encargada de un negocio que comenzó su padre, el reconocido ciclista Paco Galdos. A las puertas del local estos días tan solo se asoma un pequeño pelotón con sus mochilas amarillas a las espaldas. Los repartidores cobran por entrega un euro como base más variables. La trattoria entiende que a veces estas condiciones causan «polémica». «No somos nosotros los que les pagamos, sino Glovo», indica. Aunque ha reducido la carta, mantiene algunas costumbres. Una es la de idear un menú especial en San Prudencio: revuelto de perretxikos y unos caracoles rellenos. Ya disponible en la carta online. «Le hemos dado vueltas y lo hemos mantenido tras hablar con proveedores. Aunque nos dicen que hay congelados de otros años, los tendremos frescos», apunta acerca de la preciada seta.

«No hay más pedidos en fin de semana»

Igor Molinos. Taberna Carey

«Creo que ahora están funcionando los pedidos de manera parecida a antes de todo esto». Igor Molinos, dueño de la Taberna Carey, también trabaja con una empresa externa de reparto llamada Just Eat, que opera desde hace una década en España. En Vitoria hay 28 locales asociados a ella, la mayoría de comida rápida. La diferencia con el resto de servicios a domicilio ('delivery') es que los repartidores son asalariados y no autónomos. «Tienen sus propias motos y repartidores. En sitios como este, que es un restaurante pequeño, viene bien para poder ir a domicilio sin necesidad de comprar un vehículo y contratar a un repartirdor», comenta. El resto del funcionamiento es idéntico. En la aplicación aparecen diferentes restaurantes, alguien pide comida con un clic y la comanda la recibe en un mensaje el restaurante. Hace nueve meses empezaron a trabajar con esta marca. «Hemos tenido la suerte de que ya estábamos funcionando con este negocio y es una vía para poder seguir adelante», cuenta Molinos, quien comenta que ha habido cambios en el consumo. Los primeros días de la crisis sanitaria hubo muy pocos pedidos. «En la medida en que la gente se ha acostumbrado a estar en casa se ha estabilizado». Quienes piden al Carey son, en todo caso, «menores de 50 años». ¿Cúal es el plato estrella? «Estamos vendiendo mucho el costillar asado y la hamburguesa de vaca gallega. Antes se notaba mucho el fin de semana, cuando había un pico de pedidos. Con la crisis sanitaria se ha disipado. Los días son parecidos».

«Ha sido inesperado recibir tantas llamadas»

Alfredo Sainz. Heladería plaza

«Mi apellido es como el del piloto», dice Alfredo Sainz para que no haya confusión. Lejos de correr un rally, este heladero se estrenó el viernes al volante de la entrega a domicilio de tarrinas. La idea surgió hace unas semanas, cuando comenzó a tantear el interés de diferentes conocidos. «Hablé con amigos, se ha ido corriendo la bola y estoy a tope de pedidos. El teléfono no deja de timbrar. Ha sido inesperada la respuesta», explica el encargado de la heladería Plaza desde su obrador en la calle Beato Tomás de Zumarraga. Un mensaje por Whatsapp anunciando que iba a repartir en casa tarrinas los lunes y los viernes comenzó a difundirse como si fuera una circular. 21 sabores. Yogur, chocolate, vainilla, fresa... con precios que van desde los 4 euros (1/4 de litro) a los 10 euros (un litro). «Los pedidos se van a realizar únicamente hasta las tres de la tarde. Se hacen dos días para que la gente haga un pedido más grande». Le acompaña en el reparto Aitor Salazar, quien al igual que Sainz es conocido por recorrer con la furgoneta cargada de helados diferentes pueblos de Álava, Navarra y La Rioja durante el verano. El jolgorio de los críos cuando los veían llegar contrasta con el asfalto desangelado durante la pandemia. «Es una experiencia nueva. Ya veremos si en verano podemos recorrer los pueblos».

«Estamos vendiendo online en un día lo que antes se vendía en un mes»

Adolfo Giraldo. Bacalao Giraldo

Bacalao Giraldo ultima la reapertura de las dos tiendas en Vitoria (en calle Basoa y Angulema) que cerraron tras decretarse el estado de alarma. La persiana se levantará temporalmente de lunes a sábado, en horario de mañana, para ofrecer un menú especial por San Prudencio:caracoles del Gorbea en salsa Gasteiz. Dedicada principalmente a la venta a grandes superficies y a restauración, esta marca alavesa ha tenido que reforzar el servicio a particulares. En su carta cuentan con una variedad de bacalaos y otros platos cocinados, como merluza en salsa. El envío a domicilio, sin embargo, no es en el día. Trabajan con la empresa de transporte Seur y suelen llegar a las 24 horas de realizar la compra. «Más que entrega a domicilio es venta online», apunta Adolfo Giraldo, gerente de la empresa que cuenta con dos locales en la capital alavesa y cuyo epicentro es una cocina industrial en el polígono de Goiain. «Al principio, la gente pedía más platos preparados. Y ahora están comprando más bacalao para cocinar. Seguramente porque pensaban que iba a ser algo pasajero», calcula Giraldo. «En esta época estamos vendiendo en una semana en venta online lo que antes se vendía en un mes», comenta. Sirven para neutralizar las pérdidas en una empresa con 120 empleados que no ha realizado un ERTE.

«Estamos funcionando al cien por cien por web»

mabel Herrera. Pomona Frutas

Mabel Herrera lleva seis años con un negocio de frutas y verduras, cuya facturación se mantenía principalmente por los pedidos de restaurantes. «Cuando se decretó el estado de alarma teníamos habilitada la tienda online y decidimos apostar por ello. La venta se ha disparado. Recibíamos muy pocos encargos y ahora estamos al cien por ciento». Los pedidos que reciben en la web llegan a casa en 24 horas. Se preparan y envían en tres turnos por la mañana. En cada uno de ellos salen 25 por Vitoria y pueblos. «La estructura ha cambiado totalmente, pero la gente está valorando la cercanía».

«Hay muchísimas entregas de tartas para regalo»

Loreto Gotxikoa. Artepan

Dos días de antelación. Ese el plazo para las entregas a domicilio de Artepan, que además mantiene sus tiendas abiertas. La panadería inició este reparto a mediados de abril habilitando un teléfono para pedidos por Whatsapp (610988586). «Está funcionando de maravilla. Notamos que hay un gran número de pedidos de tartas para cumpleaños. Incluímos siempre una pequeña felicitación propia». ¿Perfil? ¿Gente mayor recurre a este servicio? «Hay sobre todo mucha gente joven. Y muchas familias que hacen pedidos grandes de pan para congelar durante la semana».

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