Las bodegas de Rioja Alavesa y Ayala pierden su principal cliente
El cierre de la hostelería augura un mes nefasto y una campaña navideña «que no existirá». «Y las ayudas directas al sector siguen sin llegar»
«Cuando parecía que empezábamos a recuperarnos, nos llega otro mazazo». El cierre de la hostelería, al menos durante lo que resta de noviembre, deja ... sin su principal cliente a las bodegas de Rioja Alavesa y del Valle de Ayala, donde ayer primaba la «desolación» y la «preocupación» porque el horizonte «al que nos enfrentamos es muy complicado». Saúl Gil Berzal lidera una bodega familiar en Laguardia y también está al frente de la asociación ABRA. «Esto no tiene buena pinta porque hay muchos bares y restaurantes que no sabemos si volverán a abrir, otros tardarán meses en hacerlo y para el 80% o 90% de nuestros socios es el mercado de referencia», sostiene.
El confinamiento de primavera «ya nos hizo un daño tremendo» y ahora «nos va a afectar a la campaña de Navidad, donde muchas bodegas facturan el 50% del año, entre noviembre y diciembre. Con lo que la incertidumbre es total», admite Gil Berzal.
«Entre noviembre y diciembre muchas bodegas facturan el 50% de todo el año»
saúl gil berzal, presidente de abra
Las ventas en el sector se desplomarán al cierre del año «como mínimo en un 30%», añade, y de esta caída «nos va a costar mucho tiempo recuperarnos», señala Juan Luis Cañas, patrón de las bodegas Luis Cañas (Villabuena) y Amaren (Samaniego). Porque 2021 «volverá a ser complicado y ya venimos de años anteriores donde se ha ido acumulando 'stock' de vino en nuestras bodegas que va a costar darle salida».
Y eso que «los pedidos en los últimos meses, al menos en nuestro caso, habían ido a buen ritmo. El jueves por la mañana estuve repartiendo en Vitoria y los hosteleros asumían que podrían algunas restricciones de horarios pero no un cierre total», explica José Luis Berzal, de la firma Dominio de Berzal en Baños de Ebro. Ahora «tendremos que reforzar otros canales de venta como internet».
Sin bares en Euskadi y La Rioja
Las bodegas de txakoli también se encuentran «desoladas», aseguraba el gerente de la denominación Arabako Txakolina, José Antonio Merino. «No sabemos qué hacer, veníamos de una cosecha estupenda, teníamos proyectos en marcha y todo se va al traste», lamenta. Merino considera que «necesitamos ayuda institucional para poder volver a sacar de nuevo la cabeza».
Porque las líneas de crédito «las tenemos que avalar nosotros y luego devolver», apunta Ignacio Gil, de Bodegas Mitarte (Labastida), pero de las ayudas directas prometidas al sector «seguimos sin saber nada». El cierre de la hostelería en Euskadi, «totalmente injusto porque se está culpando a los bares sin razón» –opina Miren Martínez, de Luberri (Elciego)–, se une al de La Rioja «así que nuestros grandes clientes desaparecen».
El mazazo llega en vísperas de una campaña navideña «que apenas existirá. Nos vamos a quedar también sin enoturismo y en una situación delicada», remata Javier San Pedro desde Laguardia.
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