La banda que encañonó al futbolista Berenguer entró a robar después en Uleta

El agente alertó a la comisaría de Portal de Foronda. Varias patrullas acudieron a la zona de Uleta. Allí estaba el todoterreno. Justo antes, al menos un par de los sospechosos habían saltado la valla de uno de estos chalés del Alto de Armentia con la probable intención de robar. Su dueño avisó al 112. Mientras que el conductor, al verse sorprendido, emprendió la huida sin esperarles. Para sortear a los vehículos de la Ertzaintza circuló en dirección contraria y atravesó una acera hasta acceder a la A-1.

Pasado Nanclares de Oca desapareció de la vista de sus perseguidores. A partir de ahí, la búsqueda se centró en los restantes sospechosos, hostigados por otros uniformados. Les detectaron cuando se internaron en una parcelaria. Ayudados por la oscuridad, se sospecha que lograron ocultarse en el cercano bosque de Armentia. Pese a la batida por la zona, no dieron con ellos.

El despliegue policial, al que se agregaron hasta unidades de Tráfico, respondió a la peligrosidad de los sospechosos, quienes no dudaron en encañonar a Berenguer cuando les sorprendió en su propiedad. Ocultaban sus rostros con capuchas y vestían con ropa oscura. Uno llevaba una pistola. El extremo navarro ya había sufrido con anterioridad un robo en otra vivienda. La diferencia es que esta vez tanto él como su mujer, que esperan un bebé en pocas semanas, se encontraban en la vivienda.

El impulso protector le empujó a correr hacia una puerta de cristal reforzado que estaba abierta y que conectaba con el exterior. A su vez, los asaltantes también se apresuraron hacia el acceso, pero el deportista llegó antes y quedó frente a frente con los ladrones. Con gran sangre fría, el que iba armado le apuntó con la pistola indicándole que abriera mientras los otros dos apalancaban la cerradura con una barra de hierro.

Berenguer apretó el botón del pánico, un sistema de seguridad que conecta con la central de alarmas y que a su vez avisa a la Ertzaintza. En paralelo, un vecino observó en la calle un llamativo 'Porsche Cayenne' negro «con el motor encendido». El comunicante tomó los dígitos de la placa. Corresponden a un Audi A-6 valenciano. Es decir, que la banda pudo coger la matrícula de algún vehículo afectado por la Dana y colocarla en este todoterreno.

Berenguer explicó ayer que «ha sido un buen susto pero estamos bien». Entrenó con sus compañeros. De manera paralela, el 'Porsche' a la fuga también reapareció. Quizá tras volver a Vitoria para recoger a sus compinches. Una cámara lo grabó sobre las nueve y diez cuando repostó en la gasolinera Shell en Rivabellosa. Se marcharon sin pagar.