Arizona Baby regresa a Hell Dorado en su «mejor momento» para presentar el álbum 'Sonora'

A la vista tiene un disco en solitario, como El Meister. Otro con Corizonas, unión de Los Coronas y la banda que lidera, Arizona Baby. Javier Vielba tiene la cabeza en mil proyectos. Por si fuera poco, este druida musical piensa también en sacar un recopilatorio de rarezas y comenta que le gustaría grabar un álbum en vivo. «En otro momento dije que no me gustaban los discos en directo. Pero odo el mundo nos dice que tenemos más fuerza en directo», señala.

Este viernes vuelve al frente de Arizona Baby a la sala Hell Dorado (21.30, 15-18 euros) para atestiguarlo. El trío vallisoletano presenta el álbum 'Sonora'. «En este show está todo más integrado e hilado y diría que es el mejor momento del grupo en directo. Hemos cambiando el repertorio, incluyendo temas más antiguos y más improvisación».

– En enero del año pasado tocaron en Hell Dorado con la gira 'Sonora' que regresa de nuevo. Algo tendrá Vitoria....

– Vitoria tiene mucho rock and roll. Hay mucha afición a este tipo de música. La propia sala mueve a gente para ir a los conciertos y eso suma a la propuesta del grupo y hace que merezca la pena volver dos veces en una misma gira porque sabes que va a haber gente, hay expectación. Para nosotros, Hell Dorado es un templo del rock en Europa. Nos hace siempre mucha ilusión tocar allí porque hemos desarrollado una amistad y el público que se congrega es muy gustoso.

– En la canción 'Videotapes' hablan de esos videoclips que le marcaron y se emitían en televisión. «Cuando la MTV significaba música», ha dicho en más de ocasión. ¿Cuáles recuerda?

- Un montón, yo tenía cintas de vídeo que todavía conservo. Lo que hacía era que según iba a empezar un videoclip le daba a grabar. Si me gustaba lo dejaba grabando. Si no me gustaba, paraba, retrocedía y de esa manera me quedaba editada la cinta con un recopilatorio brutal. De aquella época me acuerdo del mítico 'Smells Like Teen Spirit',de Nirvana, que aparecían en una cancha de baloncesto con todos los chavales volviéndose locos; los vídeos de Soundgarden con un rollo psicodélico aterrador como 'Black Hole Sun'. Me acuerdo de algunos de Alice in Chains, de algunas otras bandas como White Zombie. En aquella época no solo estaba el grunge, estaba también el rock industrial, el hardcore y otras formas de metal, como Pantera.

– Más tarde se pusieron de moda en MTV programas que no se centraban tanto en el talento, sino que enseñaban las mansiones de los famosos.

- Aquellos programas tenían su gracia por el componente de reality: ver la casa de un guitarrista, un rapero o un deportista. Y eso de alguna anticipaba las histories de Instagram. Yo, de chaval, creía que Ozzy Osbourne, cantante de Black Sabbath, comía murciélagos de verdad. Y ahora no quiero saber que se ha levantado, ha hecho veinte abdominales y se ha comido una barrita energética. Ese componente de fantasía, de misterio y de estimular la imaginación era muy importante. Hay grupos que han sabido conservarlo. A Ozzy le coges cariño, por ejemplo. Fue pionero con el reality con el programa 'The Osbournes'. Fue cuando pasó de los programas de música a realitys. Y luego, a la gente le ha estimulado más salir en la tele independientemente de la calidad artística. De ahí seguro viene el tema de tanto concurso. Parece que la música en la tele solo está presente a través de concursos, ya sea Operación Triunfo o La Voz...

– ¿Qué le parecen esos programas?

– En el momento en que los artistas pasan a ser concursantes, la música pierde encanto. Hoy en día hay que animar a la gente joven a que haga su propia parrilla televisiva.

- En más de una ocasión ha hablado del desprestigio de las humanidades. Hace años que reivindicaba la asignatura de Filosofía.

- Yo he sido profesor de instituto y estoy muy concienciado. La educación es muy importante y desde los grandes poderes se la intentan cargar como pueden para que la gente esté aborregada y no se cuestione nada.

- ¿Iba para profesor de no haberse dedicado a la música?

- Yo soy licenciado en Filología inglesa y tengo a medias un doctorado de lingüística y traducción enfocada al medio cinematográfico. Me parecía algo interesante y suficientemente motivador cuando no estaba con la música a tope. Me gustaba y me motivaba. Y hasta que empecé a dedicarme de lleno a la música, estuve más dedicado a la enseñanza de secundaria en Londres. Y al volver a Valladolid compaginaba sustituciones y actuaciones. Siempre digo que hoy en día la música parece tan enfocada al rollo mercantilista que la gente joven me pregunta cómo se hace para vivir de la música. Y lo que digo es que no se trata de vivir de la música. Yo jamás, jamás, jamás me planteé vivir de ello.

– En Valladolid lleva el Open Mic Pucela, un bar icónico para la escena underground.

– Cuando viví en Inglaterra iba a sesiones de microabierto. Igual que había campeonatos de dardos había la posibilidad de coger una guitarra y cantar en los bares. Esas sesiones me gustaban porque conocías a otra gente interesada en la música. Cuando volví a España, en Valladolid, mi mujer y yo pusimos en marcha un micrófono abierto los domingos. Lo hacemos en el bar de un amigo llamado Borsalino y llevamos ya 13 años.

– Allí descubrió al que ahora es uno de los artistas del momento Ángel Stanich, al que ha producido.

– Han pasado muchísimos. Y entre ellos estaba Ángel Stanich, que estudió Periodismo en Valladolid, y pasó por allí. Como yo era un poco más mayor le aconsejaba en los discos. Ya me ha llamado diciendo que prepara nuevo disco y me alegro de que sea un referente. También han pasado otros grupos como los Levitans o Siloe.