Arte urbano con firma de barrio
Una treintena de vecinos de Goikolarra pintan un mural de 35 metros con elementos singulares de sus calles para crear un entorno amigable
Un mural para tapar las «manchas» del barrio. Una treintena de vecinos de Goikolarra agitaron y descargaron ayer varios sprays para dar color y forma ... a un bonito proyecto. «Queremos transformar este espacio descuidado en algo que sea un reflejo del barrio», explicaron desde la asociación vecinal Arelegi, impulsores de la iniciativa. Dicho y hecho. La pared de 35 metros que antes estaba llena de grafitis a partir de ahora lucirá un enorme erizo, una bicicleta –al lado hay un bidegorri– y hojas de haya, elementos singulares en estas calles. Y todo con la firma de sus vecinos.
Pero esta será la única creación artística que harán. Se trata del primero de los siete murales que crearán a lo largo y ancho del barrio, de la mano de la empresa 'Fill in culture'. «La idea es hacer dos cada año y todos ellos relacionados directamente con la zona en la que se dibuje», detallaron desde la asociación vecinal, a la espera de decidir cuáles serán esos nuevos espacios que se transformarán en unos entornos más amigables. «Queremos animar a la gente a que deje su huella en el barrio».
Pero vayamos paso a paso. Hoy retomarán el trabajo (de 11.00 a 12.30) en esta pared ubicada junto al centro comercial Aretxaplaza y las últimas pinceladas serán a lo largo de la próxima semana. «Tenemos ya ganas de verlo hecho», comentaban mientras se daban relevos unos a otros para ir dando forma al dibujo.
Grabar el nombre
La primera tarea fue grabar el nombre del barrio en grande. «Hay gente que aún no lo conoce y solo con pasar por aquí lo van a ver», comentaba Nerea Gallastegui, quien se mostraba orgullosa por el fin del proyecto. «Cuando pasemos por aquí podremos presumir de haber participado en la creación de este mural.
Pequeños y mayores respondieron a esta artística convocatoria que estuvo animada por música y a la que se sumó el buen tiempo. «Son proyectos bonitos que le dan otro toque a la calle y que hacen barrio», apuntó Marta Lera, tras realizar su aportación con las pequeñas June y Nora. «Quiero otra vez», pedían.
Porque ayer todos querían sumar su granito de arena. Incluso el pequeño Mikel, de tan solo dos años, se animó a rellenar los huecos vacíos. «Me parece bonito que se le dé un toque más natural a un entorno con tanta presencia industrial», explicaba su padre, Jon Saez de Castillo.
Sesiones creativas y una votación para definir el boceto
Los vecinos de Goikolarra consiguen dar forma a un proyecto que nació varios días atrás. «El primer paso fue convocarles a una sesión creativa para que reflexionasen sobre el entorno dibujasen las ideas que les venían a la mente», recuerda Aratz, de 'Fill in culture'. A esas imágenes, que se han aumentado para encajarlas en el mural, se suma la del erizo. La asociación vecinal Arelegi realizó una encuesta para escoger el animal que proyectarían en la pared. En la votación se impuso a la rana o la cigüeña. «Es un animal que se suele ver de noche por esta zona», explicaron. Asimismo, el muro también contará con algunas imágenes abstractas. «Se introducirán para crear un equilibrio entre los elementos», explicó el artista.
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