Dos arrestados por violar a una mujer en Vitoria tras amenazarla con una pistola eléctrica
La Ertzaintza halla en un contenedor el arma y las esposas usadas en el asalto. La víctima reconoce al menos a uno de los sospechosos
Desde la tarde del miércoles, los efectivos de la Ertzaintza en Vitoria emprendieron una carrera contra el reloj. Por echar el lazo a los dos ... supuestos autores de una agresión sexual ocurrida en un bloque de apartamentos de Lakua. En la mañana de ayer, viernes, patrulleros de este cuerpo dieron con ambos. Uno se escondía en un piso del barrio de El Pilar. Al segundo le sorprendieron mientras vigilaba a los agentes cuando descubrían en un contenedor pruebas del ataque. Tienen 22 y 23 años. Se estima que ambos pasen a disposición judicial entre hoy sábado y mañana.
Fue la propia víctima quien dio la voz de alarma la tarde del miércoles. Trabajadora del sexo, ese día presuntamente recibió la llamada de un cliente para un encuentro, proposición que rechazó. Sin embargo, cuando regresó a su edificio, ese varón la esperaba en la puerta. Accedieron al interior del portal y, una vez dentro, éste supuestamente la amenazó, empujó y hasta esgrimió una pistola 'táser' (que lanza descargas eléctricas).
La agresión sexual se produjo en la vivienda en que ella reside de alquiler. Siempre según la versión de la víctima, también fue esposada para que no huyera. Y más tarde se unió al ataque un segundo hombre. A éste se le investiga por «manosear» a la víctima –es decir, un presunto abuso sexual– y por no auxiliarla.
Antes de irse, este dúo le robó el móvil, dinero y alguna joya. Según referiría luego la víctima, le amenazaron con atacarla a ella y a otras conocidas que se dedican a la prostitución si lo contaba a alguien o acudía a las autoridades. Los avisos no lograron el efecto deseado porque sí acudió a la Ertzaintza. Comenzo ahí una carrera por hallar pruebas y cualquier dato de los sospechosos.
La chica dio los rasgos de los jóvenes, dijo que ambos eran de origen extranjero. Agentes especializados localizaron alguna huella y se trabaja también en la búsqueda de ADN en un chicle. Pero la gran pista la dio la cámara de videovigilancia del portal. Grabó tres escenas. El primer ataque, la llegada del cómplice y la posterior marcha de ambos.
Los agentes peinaron la zona. En un contenedor cercano descubrieron la pistola eléctrica y las esposas, entre otros objetos relacionados con la violación.
La chaqueta y las zapatillas
Con esos mimbres y los contactos policiales, en la mañana de ayer dieron con la vivienda del principal sospechoso. Llevaba desaparecido «desde el miércoles», contaron en la casa.
Un joven en bicicleta siguió atento su avance. Aquello escamó a los ertzainas, que optaron por pedirle explicaciones. Reconoció ser amigo del fugado, incluso que le escondía en su domicilio, ubicado en El Pilar. No mintió. Allí lo encontraron y, aunque el supuesto autor de la violación intentó escapar por el balcón, acabó detenido. Faltaba la guinda.
En esa vivienda reposaba una chaqueta y unas zapatillas idénticas a las llevadas por el cómplice en la grabación. Eran del chico de la bicicleta que, al cierre de esta edición, aún negaba su participación. El presunto agresor sexual, al que la víctima ha reconocido, negó la participación del otro detenido y señaló que su compañero de delito se escapó «a Francia» a las pocas horas de abandonar el apartamento.
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