Amvisa sustituirá 20.000 contadores antiguos por otros de telelectura
La sociedad avanza en la mejora de las mediciones de los caudales y la calidad del agua desde el manantial hasta la depuradora
Amvisa se encarga de todo el ciclo del agua que consumimos los vitorianos. Esto es, desde su captación, tratamiento, distribución, uso, depuración y retorno al ... medio ambiente. Nos surtimos del embalse de Ullíbarri-Gamboa, con aportes de Durana y manantiales del Gorbea, y desde ese primer momento de captación hasta la decantación en Crispijana está ya casi todo el proceso digitalizado. El proyecto denominado Smart Amvisa 2025, financiado con fondos europeos, avanza con paso firme, según explican portavoces de la empresa municipal.
La compañía, que está inmersa en este «ambicioso plan de transformación digital», está instalando dispositivos para la recogida y envío de datos en todas las fases de este ciclo que incluye caudales y controles de calidad. Por ejemplo, ya ha iniciado los trabajos para la instalación de nuevos caudalímetros en las captaciones, así como de sistemas de prelocalización de fugas en la red y de sensores para la «medición en continuo» de la calidad del agua potable.
La mejora abarca el proceso de distribución del agua a través de la red de colectores y tuberías. Se ha realizado una «modelización matemática de la red» de manera que se crean sectores y así se detecta más rápidamente la entrada de volúmenes «no controlados» o las fugas. El primer proyecto piloto de sectorización se lleva a cabo en Abetxuko, junto al río Zadorra. «Permitirá testar las posibilidades de este modelo de gestión y su extrapolación al resto de la ciudad», agregan los representantes de Amvisa.
Cada vez se hace más lectura a distancia de los datos de consumo y supone el adiós definitivo a los revisores del agua
Añade la incorporación de una sonda para el control de calidad en el embalse de Ullíbarri y el cambio del software en la planta potabilizadora de Araka.
Pero la actuación que la compañía municipal considera la «más relevante de los dos últimos años» ha sido la implantación de la telelectura. Es decir, el sistema que va a decir adiós definitivo a los revisores.
Se han incorporado más de 20.000 nuevos contadores de telemedida, a los que suma la instalación de sistemas de emisión de datos en medidores relativamente modernos que todavía no requieren sustitución. «Al mismo tiempo se ha ido desplegando la red de comunicaciones que garantizará la recepción y envío de datos de todos los contadores y dispositivos para su tratamiento y gestión interna».
Cambio climático
Una vez completada esta primera fase de instalación de dispositivos de medición y control a lo largo de este año, Amvisa avanzará en la incorporación de herramientas para integrar y explotar los datos recogidos, desarrollando un sistema de telemedida y telecontrol «integrado e inteligente» y se redactarán los proyectos necesarios para adaptar la gestión y el funcionamiento de la sociedad pública a un entorno digital.
El proyecto Smart Amvisa es la primera etapa de la digitalización de todo el ciclo del agua. La inversión prevista es de 11,7 millones de euros (IVA no incluido) y la ayuda concedida por Europa roza los 8 millones (sin IVA). Se pretende responder eficazmente a una creciente exigencia en materia de control de calidad y de vertidos, así como a la búsqueda de mayores niveles de eficiencia en la gestión de redes.
Con una gestión más sostenible del agua se lucha también contra el cambio climático «ya que las actuaciones contempladas contribuirán a reducir el consumo de energía empleada en la gestión del ciclo integral del agua». Además, se logra una comunicación más ágil con los organismos reguladores, como la Confederación Hidrográfica del Ebro y URA y «constituirá un proyecto tractor, con el que favorecer la expansión de otras iniciativas Smart City en Vitoria-Gasteiz y la eliminación de la brecha digital en la zona rural».
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