Borrar
La Casa Palacio de Subijana-Morillas donde pernoctó Wellington el 19 y 20 de junio de 1813.

Los secretos del cuartel general de Wellington en Álava

Dos asociaciones visitan el palacio de Subijana Morillas para pedir su inclusión en un itinerario turístico con el objetivo de rescatar del olvido varios rincones que cuentan con el rastro de la presencia del duque

Francisco Góngora

Jueves, 29 de octubre 2015, 01:12

El 19 de junio de 1813, Sir Arthur Wellesley, más conocido como Duque de Wellington, llegó al pueblo de Subijana-Morillas, junto al río Bayas. Sus 78.000 hombres ocupaban la franja que va desde Armiñón a Zigoitia. La Llanada estaba defendida por los 55.000 franceses que acompañaban a José Bonaparte. La posible llegada de refuerzos franceses desde Logroño, precipitó lo que actualmente se conoce como la Batalla de Vitoria , el hito histórico más importante que jamás ha vivido Álava. Para evitar que Clauzel con 15.000 soldados pudiera reforzar al ejército napoleónico, Wellington ordena atacar en la madrugada del 21 de junio. Pero, ¿desde dónde da esa orden, dónde estaba su cuartel general?

Tras echar a los franceses de Pobes y Subijana, el día 19 una avanzadilla de su guardia personal inspecciona las mejores casas de la zona y elige el palacio construido un siglo antes situado a orillas del río y guardián del desfiladero de Techa que comunica con el valle de Kuartango. Lo primero que pregunta es si el edificio tiene una salida de seguridad por si es atacado y, efectivamente, aún se puede observar una puerta, en la actualidad tapiada, que comunicaba por debajo de los jardines la casa con el muro exterior que linda con la carretera, donde se aprecia una puerta adintelada. Pero en ese tiempo no había carretera y el túnel acababa en el cauce del río.

Pero no sólo la escapatoria fue una condición para convertirlo en cuartel general. Aún se conservan las caballerizas con sus pesebres donde descansaron las monturas del duque y sus ayudantes, entre ellos el general Álava. En sus muros hay varias aspilleras que permitían vigilar la entrada al zaguán y el acceso a las plantas superiores por las escaleras desde donde se apostaban los encargados de la guardia.

El palacio, que actualmente es propiedad de los herederos del anticuario Jorge Rabasco, se diseñó con una gran previsión. Tenía un horno de pan y un aljibe que merece la atención. Es una impresionante construcción de piedra, de sección tronco piramidal, apoyado en base rectangular con una superficie en planta de unos 70 metros cuadrados, que recogía las aguas de la cubierta a través de un conducto de hierro en forma de "U", hoy desaparecido. Este aljibe puede ser uno de los mayores y mejor conservados de la provincia.

Casa Barroca

Completan sus instalaciones una huerta-jardín, a la que se accede desde la primera planta del edificio y que fue remodelada en el siglo XIX. Está parcelada y cada parcela enmarcada con unas decorativas losas de cemento de borde ondulado, diseñado en terraza, con tres niveles de estilo versallesco y cercado por gruesos muros que completan el cerramiento del edificio. En su fachada sur se observa, en el alféizar de la ventana que se sitúa a la izquierda de la puerta principal, un sillar con forma de arco procedente de las antiguas torres que había en Subijana, que conserva un toponímico.

El palacio responde a la tipología de las casas señoriales barrocas. Tiene forma cuadrada y tres plantas de altura con una superficie habitable de unos 1.200 metros cuadrados. La cubierta es a cuatro aguas. Como es habitual en el siglo XVIII, el material empleado es mampostería, utilizándose sólo la sillería para esquinales y remates de la fachada principal. La madera, de roble, está representada en el interior y en el exterior.

Parte de una ruta turística

Un retrato del Duque de Wellington y las medidas de seguridad en las caballerizas son las únicas pistas que relacionan hoy día la casa con tan importante huésped, que pernoctó aquí el 19 y el 20. Varios miembros de la sociedad Excursionista Manuel Iradier y de la Asociación Histórica Vitoria 2013 recorrieron hace un par de semana sus estancias guiados por Jorge Rabasco hijo, que ha puesto en venta la mansión perteneciente a su familia durante los últimos 40 años.

La casa es un hito importante en cualquier recorrido para conocer los entresijos de la Batalla de Vitoria. La Asociación Histórica que preside Emilio Larreina ha elaborado un proyecto de ruta turística que quiere incluir este edificio noble que conserva aún varios rincones, como las caballerizas, la escalera, el salón y las habitaciones de la época napoleónica, además de su fachada y su estructura.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Los secretos del cuartel general de Wellington en Álava

Los secretos del cuartel general de Wellington en Álava