Campanario y su madre evitan la cárcel al carecer de antecedentes

La Audiencia de Cádiz ha condenado a María José Campanario, esposa del torero Jesulín de Ubrique, y a su madre, Remedios Torres, a un año y once meses de cárcel por un delito de falsedad en documento oficial y otro de estafa en grado de tentativa a la seguridad social, además de una multa de 1.800 euros. Tanto la madre como la hija podrán eludir la cárcel al no tener ninguna antecedentes penales, aunque en el caso de que en el periodo de dos años alguna de las dos volviese a cometer un delito, tendría que cumplir la nueva condena más la de esta sentencia.

El juez considera probado la trama por la que el exjefe de la Policía Local de Ubrique, Carlos Carretero, tramitaba pensiones de invalidez de forma fraudulenta con la ayuda del inspector médico Francisco Casto y de la que se habrían beneficiado más de una veintena de personas. El cabecilla se encargaba de contactar con personas -que en numerosos casos no reunían los requisitos exigidos-, a los que les proponía la obtención segura de una pensión a cambio del pago de grandes sumas de dinero. Posteriormente, Casto emitía los informes médicos, falseando la situación real de los interesados con exageración de sus diagnósticos.

Una de las personas beneficiadas por esta trama iba a ser Remedios Torres, madre de María José Campanario, que quiso 'comprarse' una pensión. Ambas se habrían reunido con Carretero -gracias a José Luis López 'El Turronero', supuesto comercial de la trama que estuvo implicado en otra red de facturas falsas, la 'operación Halcón'- y le habrían pagado 18.000 euros. Para obtener la pensión fraudulenta, Carretero habría contratado a la madre de Campanario como limpiadora en su empresa de Cádiz, aunque nunca pisó el lugar de trabajo. Más tarde, Francisco Casto firmó haberla atendido de una lesión en un tobillo y de un problema de cervicales provocado por una hernia de disco. Nada de esto era cierto.

Después de un tiempo, Remedios Torres -que se empadronó en Cádiz pese a que vivía en Castellón- tuvo que probar sus lesiones en una inspección de la Delegación de la Seguridad Social gaditana. Pero no funcionó y saltó toda la trama por los aires. Fue en 2006.

Ahora, además de la condena de casi dos años para Campanario y su madre, el juez ha impuesto a Carlos Carretero, principal cabecilla, cuatro años de prisión como cooperador necesario de un delito continuado de falsedad en documento oficial. El inspector médico Francisco Casto ha recibido la condena mayor: 9 años y 6 meses de prisión y una multa de 9.000 euros. El juez también considera probada la actuación de José Luis López Fernández como intermediario y recibe una pena de dos años. La Campanario y su madre ya han anunciado que recurrirán la sentencia.