XXVII Concurso de Sociedades Gastronómicas de Álava
Noche de cócteles en AmetzaLa longeva sociedad de Domingo Beltrán sirve los garbanzos en copa y presenta el bacalao sobre una base de patata con hongos
Dicen que la experiencia es un grado. Y en eso los de Ametza van más que sobrados. Sobre las cuatro robustas paredes de esta sociedad descansan 51 años de vida, de mucha vida. Y sobre todo de momentos memorables, como el que recientemente acaban de escribir con letras de oro. Porque por primera vez entre sus socios también hay mujeres: Itziar, Yolanda y Leticia. Una bienvenida que este txoko que da sabor al final de la calle Domingo Beltrán celebró con una noche de singulares cócteles aprovechando el concurso culinario de EL CORREO, patrocinado por la Diputación Foral de Álava. Un mágico brindis.
Y no solo eso. Sonaron tambores y barriles en esta sociedad que es la bendita culpable de la tamborrada de San Prudencio para celebrar el resultado del menú que presentaron al concurso. Todo fruto de un concurso de ideas en el que los socios lanzaron a la olla varias propuestas, hasta conseguir dar con la más sabrosa. La tarea de ejecución volvió a recaer en Fernando Gonzalo-Bilbao y Alfonso Martínez que delante de los fogones se manejan a las mil maravillas. Una elección que no sorprende a nadie. El buen ojo del primero, propietario de una óptica, y la buena mano del segundo, gerente de una calderería, hacen confiar en un exquisito resultado, como así fue. «Siguiendo la cocina tradicional que nos gusta en Ametza, pero dándole ese toque más moderno», confesaban los chefs, quienes contaron con la ayuda de Ander Mendiguren y Javi García.
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Para muestra de ello, el primero, en el que apostaron por un cóctel de garbanzos de Garlan. «Esto es lo que mejor hay para pequeños y mayores. Hemos hecho una base de crema de callos y encima otra crema de garbanzos. Lo hemos adornado con una galleta de chorizo y un canutillo de morcilla», comentaba Gonzalo-Bilbao, mientras removía la crema hasta conseguir la textura deseada.
Si el primero prometía, el segundo alimentaba solo con olerlo. El bacalao de Giraldo descansó sobre una base de patata de Udapa confitada. «Hemos rellenado el bacalao con hongos y la patata la hemos querido freír fuerte para conseguir ese punto crujiente. Y como broche, hemos colocado flores para darle color. Queremos sorprender al jurado», apuntaba Martínez, brindando con el vino de las bodegas Zintzo.
Y un mus para terminar
Lo cierto es que lo consiguieron. Esta edición, que cuenta con la colaboración de Ekiolio, Café Gometero y Makro, centrada en platos minimalistas o pintxos está sacando a relucir la faceta más artística de las sociedades, sin perder la esencia del buen comer. «El garbanzo está muy bien hecho y el pil-pil del bacalao muy bien trabajado. Son unos platos muy ricos, enhorabuena», reconocía el jurado, conformado por Sabin Unamuno, Maite González y Aitor Basterra, además de Juantxu del Olmo, de Eskola-Zaharra.
Y como en toda comida entre amigos, la noche se cerró con una partida de mus entre las parejas conformadas por Faustino-José Mari y Lucio-Willy, este intruso invitado de Iturri Ondo. Apartaron los platos ya rebañados, echaron el tapete verde encima de esas robustas mesas de madera y repartieron las cartas. Para los curiosos, la victoria fue para la primera pareja.