Un atracón que cruza fronteras en Artesilla
Artesilla abre apetito en plenas fiestas de San Martín con unas albóndigas de garbanzo y unas milhojas de bacalao y pencas
Uno aún se pregunta cómo lo han hecho. Cómo han salido enteros de este colosal banquete. Un atracón con todas las letras. Pero aquí están, brindando como si nada. Está claro que los de Artesilla están hechos de otra pasta. Primero hincaron el diente al concurso de sociedades gastronómicas de EL CORREO, patrocinado por la Diputación Foral de Álava, y un día más tarde remataron la faena con un almuerzo por las fiestas de San Martín. Los 35 socios de este txoko no tienen fondo, pero sí mucho gusto culinario, como han vuelto a demostrar.
Claro que en esta faena gozan de una gran ventaja. Esta cuadrilla que empezó a cocinarse allá por 1978 cuenta con miembros de Álava, pero también de Bilbao, San Sebastián, Zaragoza o incluso ciudades de Francia. Y claro, pueden pillar un poco de aquí y otro poco de allá hasta dar con el menú más sabrosón. La ejecución de esta obra recayó en las manos de Ernesto Chávarri y Luis Javier Uribe, que cambiaron la vendimia por la cocina. Porque hace un par de días estaban entre lagos y ahora elaborando los pintxos que han dejado buen sabor de boca.
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Las recetas del menú de Artesilla
Con el mandil bien anudado, los chefs se metieron en faena con la ayuda de José Ángel Galarza, Jorge Díaz de Guereño y Arantza Biribay, nombrada nueva presidenta de Artesilla. Para el primero, apostaron por unas albóndigas de garbanzo de Garlan con bola de patata morada de Udapa y crema de langostinos. «Hemos dejado los garbanzos durante 24 horas a remojo y luego los hemos pasado por una batidora. Los langositnos los hemos picado y hemos mezclado bien todo para empanarlo y freírlo con aceite de Ekiolio. Con la patata hemos hecho lo mismo, empanar y freír, para presentar luego como una albóndiga», explicaron los artistas.
Para el segundo, echaron mano de la huerta de la casa. Porque además de haber productos alaveses, también introdujeron en el plato pencas de Leza. «Hemos querido hacer una especie de milhojas con ese toque local», comentan, sobre este pintxo de bacalao Giraldo con pil-pil y que remataron con unos brotes de nabo. Una propuesta que maceraba exquisitamente con el vino de las bodegas Zintzo en este certamen que cuenta con la colaboración de Café Gometero y Makro.
Alimenta a simple vista
«Es una propuesta muy original, a todos nos recordaba a una croqueta. Estaba muy rica de sabor», elogió el jurado, conformado por Sabin Unamuno, Maite González y Aitor Basterra, además de Fran Martínez de San Vicente, de la sociedad gastronómica Amairu-Bat. «El puré estaba rico, era muy original». En cuanto al segundo, destacaron también ese ingrediente de originalidad, con «productos de la tierra». Y que lograron que el bacalao estuviese en su punto, «nos ha gustado», apuntaron.
La presentación alimentaba a simple vista, pero más tras probar un bocado. Normal que los socios estuviesen de celebración. Aunque en parte también porque acaban de culminar las obras de aislamiento del local. «No es por las molestias que podríamos ocasionar a los vecinos, sino más bien por el eco que se generaba dentro, ahora nos entendemos mejor». Ya saben, para charlar, bromear y pasarlo bien, porque en los fogones se entienden de sobra.