Ir en coche a Cataluña costará la mitad

Viajar en coche desde Bilbao hasta territorio catalán tiene hoy un peaje de 63,80 euros. A partir del próximo miércoles será de 33,10 euros, tanto para Barcelona como para el resto de la comunidad, el equivalente a la tasa que es necesario abonar entre Bilbao y Zaragoza por el uso de la AP-68. Es decir, desaparece el peaje hacia Cataluña desde la capital maña. ¿El motivo? Un acuerdo que data de 2016 entre Esquerra Republicana y el PP «para evitar que en Cataluña se construyeran nuevos peajes en autopistas de titularidad estatal». La gestión de ambas carreteras está en manos de Abertis, un grupo que también cuenta con otras ocho autopistas por el territorio español.

La costa catalana es un destino vacacional muy frecuentado por los vizcaínos, que verán reducido a la mitad el coste del peaje en la autopista. En la Costa Dorada destaca Salou, uno de los grandes activos turísticos catalanes. Llegar a la ciudad tarraconense costará hasta el miércoles 64,05 euros, por lo que la rebaja será de 30,95 euros. Más se ahorrará quien prefiera el norte y se vaya a la Costa Brava. Los 68,15 euros a pagar para ir a Lloret de Mar pasan a la historia, por lo que el único sobrecoste será el del combustible.

Uno de los gremios más beneficiados por esta medida es el de los transportistas. Los peajes, superiores a los de los turismos, para los camiones procedentes de Bizkaia también desaparecerán a partir de la capital aragonesa. Por consiguiente, estos grandes vehículos pagarán 60,20 euros desde el territorio histórico hasta cualquier punto de la geografía catalana. El ahorro es de 47,10 euros si el destino es Barcelona, 47,70 si es Salou o 54 euros si es Lloret de Mar.

Los 210 kilómetros de la AP-2 y los 246,7 de dicho tramo de la AP-7 no serán los primeros en quitar la 'P' de peaje de sus siglas. En 2018, el Gobierno anunció la liberalización futura de las autopistas de peaje de todo el país, garantizando que no se renovarían sus concesiones a medida que estas fueran concluyendo. Hasta el momento son tres las vías rápidas que han levantado sus barreras. La AP-4 (Sevilla-Cádiz), la AP-7 (tramo Alicante-Tarragona) y la AP-1 (Vitoria-Burgos) son gratuitas desde 2019, lo que implica que la conservación de la cuatro depende del Estado.

En el caso de la AP-68 , autopista que une los 295 kilómetros que separan Bilbao y Zaragoza atravesando La Rioja, la concesión -en manos también de Abertis- se ha renovado hasta en dos ocasiones, culminando la segunda en noviembre de 2026.

Aunque el Ministerio no ha hecho público el coste de la conservación de las nuevas autovías, SEOPAN -Patronal de empresas constructoras y concesionarias de Infraestructuras- estima que el importe del mantenimiento de las vías de alta capacidad que acabaron la concesión entre 2020 y 2021 asciende a 450 millones.