Tres fallecidos tras derrumbarse un edificio por una explosión en Santander

Tres personas han fallecido durante la pasada madrugada y otras diez han resultado heridas tras el derrumbe de un edificio en el número 24 de la calle Albericia, en Santander, a consecuencia de una explosión en uno de los pisos. A las 03.45 sonó el «petardazo». Desde ese momento, pasaron siete horas «agónicas» hasta conocer el peor desenlace por el que el Ayuntamiento de la capital cántabra ha decretado tres días de luto oficial.

El virulento incendio que se desencadenó tras la explosión sobresaltó a los vecinos del barrio y obligó a desalojar los tres edificios contiguos al afectado, un inmueble construido en los años cuarenta en el que vivían 21 personas repartidas en seis pisos. Desde primera hora, el relato de los afectados por el suceso llevó a los servicios de emergencia a buscar sin descanso a tres personas que no habían podido huir por sus propios medios. Finalmente, pasadas las ocho y media de la mañana, fue rescatado el cuerpo sin vida de Manuel Fernández Cuenca, un hombre de 43 años que residía solo en el primero derecha. Un par de horas más tarde, también fueron hallados los cadáveres de un matrimonio a cuyas hijas, de 2 y 19 años, ayudaron a escapar de las llamas el resto de los vecinos. Diez de los residentes han resultado heridos, de los que siete han quedado ingresados en el Hospital de Valdecilla, mientras que otro varón de 58 años fue trasladado a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Cruces.

Por el momento, se desconocen las causas del origen de la explosión, que investigan los agentes de las unidades Judicial y Científica de la Policía Nacional, y además se ha decretado secreto de sumario. A pie de calle han trabajado sin descanso varias dotaciones de los Bomberos de Santander, del 061, la Policía Nacional y Local, Cruz Roja y Protección Civil.

La madrugada fue muy larga para las decenas de vecinos desalojados y otros muchos que salieron a la calle cuando el ruido «ensordecedor» les sacó de la cama. «Ha sido como una bomba. Horrible. Al principio he pensado que era un coche bomba y me he acordado de cuando escuché la bomba que puso ETA en nuestro barrio también», cuenta César Zorrilla, que vive a 200 metros del edificio calcinado y que, durante los momentos de confusión y tensión vividos, colaboró para intentar evacuar al mayor número de personas posible. «No me lo he pensado dos veces». De hecho la tensión fue en aumento ya que el fuego tardó en sofocarse casi seis horas. Por eso, la gran mayoría de los afectados y vecinos desalojados, que ya están empezado a volver a sus casas, no quisieron moverse del lugar de los hechos, acordonado por la Policía Nacional, «hasta no conocer más novedades».

Eso, a pesar de que el Ayuntamiento de Santander les ofreció la posibilidad de desplazarse hasta el Centro de Acogida Princesa Letizia, en Santander -solo tres vecinos se desplazaron al albergue-. Protección Civil montó una tienda de campaña con alimentos y café. Además, hasta la zona se desplazó también un autobús municipal para que los vecinos pudieran estar a cubierto.

El ambiente fue, durante toda la mañana, de desconcierto y desolación. A medida que pasaban las horas, la desesperación era mayor y al otro lado de la tienda de campaña habilitada se escuchaban los gritos y llantos de los familiares que se temían lo que finalmente les iban a confirmar las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado.

En el lugar han estado casi desde el principio la alcaldesa de Santander, Gema Igual, la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, y un equipo de psicólogos para atender a los afectados. La presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, también acudió acompañada por la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, y el director del Servicio de Emergencias del 112, Samuel Ruiz. A esta hora, los equipos de emergencia continúan con las labores de desescombro.

Cabe recordar que el edificio que se ha desplomado está a escasa distancia del lugar en el que ETA hizo explotar un coche bomba en 1992, atentado en el que murieron tres personas y otras 17 resultaron heridas. De hecho, muchos de los que ahora esperan en la calle remememoran lo vivido hace 32 años.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, se ha trasladado al lugar pasadas las cuatro de la mañana tras conocer el suceso. «Es una gran desgracia», ha señalado a los medios de comunicación. Tras relatar el trágico suceso en el que, de momento, una persona ha fallecido y se buscan a otras dos entre los escombros, indicó que primero se ha sofocado el incendio y en este momento se está refrescando el edificio. Ahora es momento de «consolar a las familias», ha dicho, y esperar los resultados de la investigación policial. Finalmente, agradeció la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de todos los servicios de emergencia que están trabajando en la zona de la explosión.

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