Las solicitudes de asilo en Euskadi en lo que va de año ya superan las de todo 2018

Las cifras de llegada aumentan, pero la carrera de obstáculos no finaliza cuando llegan aquí, según ha explicado en una rueda de prensa Javier Galparsoro, presidente de CEAR Euskadi, que ha criticado que los refugiados sufren el racismo cuando salen de los pisos de acogida y se enfrentan a la búsqueda de una vivienda.

La organización, ha explicado, abrirá en breve un nuevo centro en Tolosa que contará con el apoyo del Gobierno vasco y del Ayuntamiento y que contará con 35 plazas. Este centro se sumará al que existe en Oñati, Larraña Etxea, que abrió a finales de octubre y ha atendido desde entonces a 161 personas, de las cuales 140 hombres. Galparsoro ha criticado el retraso en la gestión de las solicitudes de asilo, que pueden ser contestadas en una media de dos años. La media de denegaciones es del 75% de las peticiones. En estos casos, cuando llegan, los refugiados pueden acceder a la residencia por la vía ordinaria ya que pueden demostrar cierto arraigo y las posibilidades de deportación son menores que en Alemania, por ejemplo. CEAR acoge en la actualidad a ocho de los refugiados de los que desembarcaron hace un año en Valencia a bordo del Aquarius. De hecho, muchos de los 930 refugiados que se encuentran en Euskadi a la espera de acceder a la red estatal de acogida, es decir a los recursos públicos que sufragan los presupuestos del Estado, están a cargo de esta organización. Galparsoro ha recordado que en la actualidad hay 70 millones de desplazados en el mundo y que los países más empobrecidos son los que acogen al 85 por ciento de ellos. De hecho, solo entre los ocho principales países de acogida se encuentra una nación europea, que es Alemania. En España, hay más de 100.000 expedientes pendientes de respuesta, de los que una quinta parte son de ciudadanía de Venezuela.