Osakidetza recibió quejas por la enfermera 'antivacunas' un año antes de apartarla
En tres ocasiones cargos de Salud le pidieron que se ciñese a los protocolos en materia de vacunación y alimentación infantil
Osakidetza mantuvo en el centro de salud de Kabiezes a la enfermera procesada por simular vacunar a 404 niños de Santurtzi, pese a tener conocimiento ... un año antes de las primeras quejas de los padres y compañeros sobre la presunta mala praxis de esta profesional. No la apartó de su puesto hasta octubre de 2022, cuando El CORREO desveló el caso y la existencia de una investigación interna para conocer si realmente había inmunizado a los niños que acudían a su consulta. Sin embargo, el 15 de septiembre de 2021, trece meses antes, ya se celebró una primera reunión en la que varios cargos de la Sanidad vasca valoraron la forma de trabajar de esta mujer tras recibir los primeros avisos sobre la forma de proceder de la sanitaria.
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Aquellas sospechas iniciales se centraban, en gran medida, en cuestiones de alimentación. Al parecer, según trasladaron varios progenitores a otros enfermeros y pediatras de Kabiezes, la acusaba fomentaba que los pequeños comiesen frutos secos enteros, algo que no se recomienda en menores de 4 y 5 años. Sugería, además, poner semillas de chía en los biberones de los bebés y trataba de convencer a los padres con hijos alérgicos de que los pequeños no tenían intolerancias. Por ejemplo, animó a la familia de un pequeño alérgico al huevo a darle ese alimento. También compañeros de la acusada comenzaron por entonces a recibir testimonios de vecinos que creían que esta sanitaria no estaba vacunando a sus pequeños.
Así lo desveló ayer Luis Ángel Gallo, subdirector de Enfermería de la OSI de Cruces, de la que depende el ambulatorio de Kabieces. Gallo fue uno de los profesionales de Osakidetza que testificó en la Audiencia de Bizkaia, donde se juzga a M. I. R. M. Esta enfermera está acusada de un delito de daños continuados y otro de falsedad documental continuada (anotaba en la historia clínica la inoculación de unos sueros que supuestamente no administró). La Fiscalía, el Departamento de Salud y el Colegio de Enfermería piden para ella 7 años y medio de cárcel y otros tantos de inhabilitación para ejercer su profesión. La acusación particular, que representa a 42 familias, eleva esta solicitud a entre 12 y 17 años.
El subdirector de Enfermería de Cruces declaró en el juicio que en aquellas distintas reuniones en las que se trató el proceder profesional de la enfermera se decidió que la acusada siguiese en su puesto, pero se le advirtió de que si su conducta en la consulta no cambiaba sería cesada de sus funciones. La procesada había accedido a esa consulta como enfermera pediátrica en febrero de 2021. Antes había ejercido con adultos en ese mismo ambulatorio
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Durante aquella primera reunión para analizar su forma de trabajar con los niños celebrada en septiembre de 2021, a M. I. R. M. se le instó a que «se ajustase» a los protocolos de alimentación infantil y vacunación fijados por Osakidetza. Así mismo se decidió que la labor de la ahora procesada fuese supervisada por la responsable del enfermería de Kabiezes.
Sin embargo y pese a aquel toque de atención, las quejas siguieron y se celebraron al menos otras dos reuniones. Una de ellas tuvo lugar en mayo de 2022 en el propio centro de salud. Allí sus compañeros y supervisores le volvieron a reclamar que «se ciñese a los protocolos de Osakidetza». La última vez fue en septiembre de 2022, mismo mes en el que se recibieron cuatro reclamaciones por escrito de padres que subrayaban su convencimiento de que los pequeños no habían sido vacunados.
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Tras analizarlas, Osakidetza decidió poner en marcha una investigación interna y un estudio serológico para poder comprobar si estos pequeños estaban realmente inmunizados. Aquel trabajo certificó que no tenían anticuerpos en su organismo.
Revacunación
Tras comprobar que no hubo ningún fallo en las vacunas -se analizó a niños tratados por otros enfermeros que compartían las mismas neveras y lotes de preparados que la investigada- se concluyó que no se les había inoculado los sueros. Posteriormente se amplió el estudio a más críos del cupo de pacientes de la acusada y los resultados fueron muy similares.
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Ante estos datos, Osakidetza optó por revacunar a los 404 niños a los que la ahora procesada había atendido. Se siguió el principio de precaución, ya que había «un problema grave de salud pública» en una «población concreta y localizada» de Kabiezes, según declaró ayer Itziar Iturralde, infectóloga pediátrica de Cruces y una de las personas que llevó a cabo la investigación serológica. Iturralde recalcó que revacunar no supone un riesgo para la salud.
En la vista oral también declararon antiguos compañeros de trabajo de la acusada en el mismo ambulatorio. Según relataron, fueron varias las familias que les trasladaron en diferentes momentos su preocupación por las recomendaciones alimentarias que les hacía la procesada, y que no se ajustaba a las indicadas por Osakidetza, o por su rápida forma de vacunar. Muchos dudaban de que sus hijos hubieran recibido los sueros. Incluso una paciente grabó un vídeo de la enfermera que mostró ya en octubre de 2022 a la responsable de enfermería del ambulatorio, en el que, según aseguró ayer esta profesional, se veía a la acusada pinchar la dosis, pero no inocular el suero.
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