El Mini ya es sesentón
El 8 de mayo de 1959 veía la luz en Reino Unido el primer modelo de un automóvil revolucionario e icono para muchas generaciones
Abraham de Amézaga
Lunes, 6 de mayo 2019, 00:28
«Prefiero llorar en un Jaguar que en un autobús», soltó en cierta ocasión Françoise Sagan. A buen seguro tampoco le hubiera importado desahogarse a ... bordo de un Mini, ideal para moverse y sobre todo aparcar en su congestionado París. Cuando la escritora gala, gran amante de los automóviles y de la velocidad, contaba con casi 24 años, un ingeniero de origen turco, de nombre Alec Issigonis (1906-1988), lanzaba al otro lado del Canal de la Mancha este pequeño gran invento de cuatro ruedas y minúsculo tamaño tanto exterior -poco más de tres metros de largo y 1,41 de ancho- como interior, pero que una vez dentro proporcionaba una sorprendente sensación de amplitud.
Muchos lloraban, pero de alegría, el día que lo estrenaban. El Morris Mini Minor -ese fue su primer nombre completo- salía el 8 de mayo del 59 de la planta de la British Motor Corporation, en Cowley (Oxford), con la matrícula 621 AOK. Habría que esperar al 26 de agosto de ese año para que arrancara la producción, llegándose a crear más de siete millones de unidades desde entonces.
Atemporal y ágil, de tracción delantera y sencillo manejo, una «caja de zapatos sobre ruedas» para muchos, Issigonis creó «un automóvil pequeño para la ciudad, no para largas distancias», como él mismo lo definiría. Con un precio de salida que rozaba las quinientas libras (unos seiscientos cincuenta euros), sedujo desde el primer instante. Tenía como principal rival al Fiat 500 -creado como Seat 600 en España-, así como, en mayor tamaño, al Citroën 2 CV y al Renault 4L. Pronto se concedieron licencias en el resto del mundo, en países de América (Chile, Uruguay y Venezuela), Australia, África y Europa. En España, saldría a partir de 1969 de la factoría de Landaben, en Pamplona, con un precio aproximadamente de 80.000 pesetas (unos 480 euros), que para la época y el poder adquisitivo del país era considerable.
Una nueva generación lo hizo suyo, sobre todo multitud de mujeres, atraídas por su aspecto estético, sus dimensiones y lo bien que se conducía. «Me encantaba y lo veía muy femenino. El único inconveniente era que, al ser tan bajo, más de una vez me encontraba algún piloto reventado en el aparcamiento», recuerda una de sus rendidas usuarias, la periodista radiofónica Silvia Celi. De ahí que muchos, como ella, le incorporaran las defensas -esos parachoques, en ocasiones, de barco-, nada estéticos pero de lo más prácticos para evitar faros y pilotos rotos.
A lo largo de estas seis décadas, rostros famosos han contado con uno o varios, como los miembros de los Beatles, el actor Steve McQueen, David Bowie, Madonna… y hasta Rowan Atkinson en la serie de humor Mr. Bean, donde se desplazaba en uno amarillo por las calles de Londres. También tuvo mucho protagonismo, años antes, en la película de acción 'The Italian Job' (1969), de Peter Collinson, con un joven Michael Caine al volante de uno de ellos.
Las formas del Mini no han limitado la creatividad de los ingenieros, que han lanzando multitud de modelos y versiones, como el familiar, descapotable, de cinco puertas, ediciones únicas… y hasta de carreras: ha llegado a ganar rallies tan mediáticos como el de Montecarlo en la década de los 60.
Si en un principio nació como Morris Mini, para luego pasar a ser Austin Mini, hace medio siglo se quedaría con su popular nombre de Mini a secas. Propiedad de BMW con la llegada del siglo XXI, disfruta desde entonces de una nueva edad dorada, con versiones como la que celebra su seis décadas, el Mini 60 Years Edition, una vuelta de tuerca más para un modelo que ya es un icono de las cuatro ruedas.
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