36 migrantes cruzan la muga con Francia aprovechando el paso de la Korrika por Irún
El colectivo que organizó esta operación enmarca este hecho como un acto de desobediencia para denunciar la política migratoria europea
De Euskadi a Francia gracias a la Korrika. Un grupo de 36 africanos aprovecharon el pasado 14 de marzo el paso de la carrera a favor del euskera en Irún para cruzar la frontera hispanofrancesa en Hendaya. Algunos de ellos tenían como destino diversas ciudades galas, mientras que otros buscaban refugio en el centro de acogida de inmigrantes de Bayona donde pasaron la noche.
Los autores de esta iniciativa ofrecieron este martes los detalles de este acto de desobediencia civil para denunciar la política migratoria europea. Asociaciones de acogida, sindicatos y partidos políticos asumieron así la responsabilidad de esta operación. Entre ellos el colectivo Irungo Harrera Sarea que incluso ha colgado en YouTube un documental sobre esta iniciativa. Según relatan, el Puente de Santiago fue el punto elegido para la incorporación de los africanos a la carrera con el objetivo de pasar la frontera sin tener que presentar ningún documento de identidad.
La Korrika, que cumplía este año su 23 edición y que recorre toda Euskadi en diez días, avanzaba así hacia Lapurdi. Es una carrera multitudinaria y ese punto, a la altura del kilómetro 36, no era una excepción. Y entre todas las personas que se agolpaban a ambos lados del río se encontraban los migrantes con el peto oficial de la Korrika, por lo que pasaron la frontera sin ser detectados.
Los organizadores de esta iniciativa dieron las gracias ayer a todas las personas que hicieron posible la operación realizada para exigir «el fin de los controles racistas entre Irún y Hendaya», al mismo tiempo que rindieron homenaje a todas aquellas personas que han perdido la vida en busca de un futuro mejor. Asimismo, Irungo Harrera Sarea han recordado que estos migrantes no pueden permanecer en Cruz Roja de Irún más de tres días y que, tras cruzar la frontera, tienen que huir de los controles de la Policía francesa para tratar de evitar su devolución a sus países de origen.