Euskadi necesita 103.000 pisos para satisfacer la demanda de vivienda

Esta emancipación truncada se ve reflejada en dos cuestiones. Por un lado, muchos demandantes no toman la decisión de salir de casa de sus progenitores porque no pueden asumir los altos costes del mercado inmobiliario: los precios de venta de un inmueble se han encarecido un 4,6% en el último año y la renta media de un alquiler ya supera los 762 euros al mes según el Eustat. Por otro, hay quienes deciden no independizarse, aún teniendo los recursos económicos para hacerlo, simplemente porque la escasez de construcción provoca que no encuentren el domicilio que quieren.

La solución es entonces evidente: el territorio necesita incrementar su parque inmobiliario. Es el propio Gobierno vasco quien estima que Euskadi necesitaría al menos 103.331 viviendas para poder satisfacer por completo la demanda actual. Todavía así, el año pasado solo se erigieron 5.000 inmuebles frente a los 15.000 que se levantaron seis años atrás.

Los más desfavorecidos siguen siendo los jóvenes. El documento del Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transporte cifra en 94.975 las personas de entre 18 y 44 años que están intentando acceder por primera vez a una vivienda, unos datos que confirman la estadística publicada recientemente por el Observatorio vasco de la Juventud, la cual desvela que cuatro de cada diez jóvenes ven muy poco probable poder emanciparse en el transcurso de este 2024.

Bizkaia es con diferencia la provincia que peor parada sale. Es el territorio en el que más se ha incrementado la demanda, sobre todo entre aquellos jóvenes que sí disponen de ingresos y que incluso optan de forma similar por el alquiler (un 42%) o por la compra (41%). Son 37.643 los ciudadanos que, con estas características, quieren independizarse. Para ello se deberían levantar 34.360 pisos, un 20,1% más de lo que ocurría hace dos años. El crecimiento es más moderado en Gipuzkoa, donde se requieren 21.818 nuevos inmuebles, mientras que Álava es la única en la que la necesidad baja, según informala consejería.

El informe también describe el perfil de aquel que espera entrar en un domicilio por primera vez. La mayoría son jóvenes de entre 25 y 34 años, en un 57% hombres, que han cursado estudios universitarios o al menos profesionales y que tienen un trabajo fijo, o en su defecto, temporal. De los mismos, a siete de cada diez les es indiferente acceder a una vivienda nueva o usada, aunque sí prefieren que los pisos no superen los 75 metros cuadrados. En algunos casos piden incluso que el tamaño máximo sea de 60 metros.

Además de quienes aspiran a emanciparse, también los hay que quieren cambiar de piso, sobre todo si lo consideran demasiado pequeño, que está en mal estado o si tienen un problema de accesibilidad. En el caso de Bizkaia, el 68% de los encuestados asegura tener una necesidad objetiva para mudarse. Por el contrario, las peticiones de rehabilitación han caído en general un 13,9%, hasta los 75.620 hogares.