Un 32% de los españoles sólo comprende textos «muy breves», advierte un informe educativo de la OCDE

El documento también señala otra desigualdad. «En 2023, solo el 26% de los jóvenes de familias con menor nivel educativo tenía una titulación superior, frente al 70% de las familias con mayor nivel educativo. Las barreras económicas y la falta de apoyo académico y social dificultan el acceso a la educación superior para los estudiantes más desfavorecidos», indica la organización en su informe.

Esta realidad golpea a España, «el 75% de los jóvenes de 25 a 34 años con al menos un padre con estudios superiores también tienen estudios superiores, frente al 30% de aquellos cuyos padres no completaron la educación secundaria superior». Una brecha de 45%.

Ahora bien, los jóvenes adultos (de 25 a 34 años) sin estudios de secundaria bajó del 30% al 24% entre 2019 y 2024, siguiendo la tendencia europea. «Completar la educación secundaria superior es particularmente importante para reducir el riesgo de desempleo», advierte la entidad. «En España, la brecha salarial entre trabajadores con y sin estudios secundarios es del 18% (similar a la media). La brecha entre quienes tienen estudios secundarios y superiores es menor que la media de la OCDE, del 49%».

Los campos de estudio más populares son las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) (el 20% de los graduados españoles), negocios, administración y derecho (20%), y artes y humanidades, ciencias sociales, periodismo e información (25%). Pero sólo alrededor del 60% de los que inician finalizan la carrera y la mayoría de los que abandonan lo hace el primer año. «Probablemente esto refleja una falta de orientación vocacional para los futuros estudiantes o una insuficiente ayuda para los recién ingresados».

En España, el 18% de los jóvenes de 25 a 34 años tienen un máster o equivalente, cifra superior al promedio de la OCDE (16%). Esto representa un ligero aumento desde 2019, cuando era del 17%. En cuanto al género, «las mujeres representaban el 54% de los nuevos estudiantes en España en 2023, frente al 51% en 2013. En la OCDE, las mujeres representan el 54% de los nuevos estudiantes, la misma proporción que en 2013».

Además, España está por debajo de la media en financiación pública por estudiante, y asciende a 10.000 euros por estudiante de educación superior, frente a la media de la OCDE de 12.800 euros. Pero «la inversión en educación (de primaria a superior) representa el 4,5 % del PIB, similar a la media de la OCDE (4,7 %)». Así, «los gobiernos son la principal fuente de financiación de la educación en todos los países». En España, se financia el 86,9% de total de educación hasta el instituto, y el 70% de la superior.

La OCDE mantiene que «los sistemas educativos deben adaptarse a los cambios en el número de niños, ampliando o reduciendo la oferta según sea necesario. En muchos países, la población infantil de 0 a 4 años cambió significativamente entre 2013 y 2023, y se prevé que siga cambiando hasta 2033. En España, el número de niños de 0 a 4 años disminuyó un 25%, y se prevé un aumento del 10% entre 2023 y 2033».