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Las palabras en castellano de León XIV en su primer discurso al mundo como Papa demostraron que no olvida su ascendencia hispana -su madre tenía raíces españolas ... - y tampoco el país latinoamericano que le acogió durante más de dos décadas. Robert Prevost, sucesor de Francisco, es oriundo de Chicago (Estados Unidos), pero durante 20 años residió en Perú. Allí llegó como misionero y acabó convirtiéndose en obispo de la Diócesis de Chiclayo, una comunidad en la que dejó una profunda huella y donde este jueves estallaron de júbilo por su proclamación.
El sumo pontífice se desvivió por la población de esta ciudad, ubicada al norte del país, con 600.000 habitantes. Ha sido su hogar hasta hace relativamente poco, hasta enero del año pasado, cuando Jorge Bergoglio le llamó para asumir el cargo de prefecto del Dicasterio para los Obispos.
Incluso, poco antes de despedirse y de viajar a Roma, el Papa se volcó con sus vecinos tras unas fuertes inundaciones que devastaron el distrito de Illimo, en Lambayeque. León XIV no dudó en calzarse unas katiuskas para caminar entre el lodo y las balsas de agua que dejaron las lluvias torrenciales provocadas por el ciclón Yuka, que arrasó viviendas y todo lo que se encontró a su paso. Muchos vecinos que se quedaron sin nada.
En un vídeo que se ha viralizado tras su nombramiento como el nuevo líder espiritual del catolicismo, Prevost, consternado por lo ocurrido, pidió ayuda para las víctimas de esta catástrofe natural. Se trató de una campaña para recaudar dinero y comida, pero su presencia en la zona también sirvió para apoyar a una población animicamente destruida. «Uno de mis últimos mensajes que les voy a enviar antes de mi próximo cambio es que son muchos pueblos en el norte que han sido afectados por las fuertes lluvias, por lo que estamos lanzando la campaña Perú da la mano, unidos por Lambayeque», señala en el citado vídeo.
Durante su estancia en esta población arrasada por las lluvias, Prevost visitó a los damnificados y participó en labores de reparto de comida. Nacido en Estados Unidos y nacionalizado peruano en 2015, el nuevo Papa ha sido una figura destacada en la Iglesia Católica del Perú. Se convirtió en un pilar para la comunidad lambayecana. Su compromiso, dedicación y su disposición continua a ayudar a quienes más lo necesitan le convirtieron en un líder muy querido.
Prevost visitaba de forma asidua a enfermos en hospitales, algo que intensificó especialmente durante la pandemia. De hecho, logró que la Diócesis de Chiclayo adquiriera dos plantas de oxígeno medicinal gracias a los fondos recaudados en una campaña solidaria. Esta iniciativa buscaba atender la creciente demanda de oxígeno en el norte del Perú, donde el sistema de salud se encontraba colapsado por el virus.
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