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El Papa León XIV, sucesor de Francisco, ha sido en los últimos años uno de los hombres de mayor peso en el Vaticano. Jorge ... Bergoglio le designó en 2023 como prefecto del Dicasterio para los Obispos, un cargo de máxima responsabilidad que tiene como principal función supervisar los nombramientos episcopales en más de la mitad del mundo católico. Ese mismo ejercicio, también le nombró cardenal obispo, el rango más alto dentro del Colegio Cardenalicio. Formar parte del círculo de confianza del fallecido pontífice le llevó también a trabajar codo con codo con una de sus estrechas colaboradoras, la teóloga argentina Emilce Cuda, la primera mujer laica que ocupó un puesto de poder en la Santa Sede.
El cardenal Prevost tiene una larga historia en América Latina, a pesar de su procedencia estadounidense. También ejerció como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y en este departamento contaba con dos secretarios: Rodrigo Guerra López y Emilce Cuda, nombrados en julio de 2021 y febrero de 2022, respectivamente.
Desde entonces, el Papa número 267 de la historia y la teóloga han pasado muchas horas trabajando juntos. Especializada en moral social católica, profesora universitaria y oficial de la Curia romana, ocupa un puesto similar al de ministra en un gobierno seglar como responsable para los territorios de América y España. En concreto, es secretaria de la Pontificia Comisión América Latina, un área creada por Pío XII en 1958, algo impensable años atrás en la Curia romana.
Casada, con dos hijos en la veintena, Emilce Cuda se formó en Filosofía, Ciencias Políticas, estudió un MBA y es doctora en Teología, en la especialidad de moral social. Su nombre, de origen latino, significa trabajadora audaz. Reside en un palacio en el Trastévere y, cuando tiene tiempo, le gusta caminar por la colina romana que se levanta entre su barrio y el Vaticano, hacia el suroeste del río Tíber.
Francisco confío en ella para un puesto de responsabilidad en el Vaticano. A lo largo de su pontificado, nombró a varias mujeres en cargos de relevancia en el Vaticano. Cuda se mostró muy afín a Jorge Bergoglio. De hecho, se le ha definido como «la mujer que sabe leer al Papa Francisco» y afirmó en varias conferencias que promovía una «política de unidad». «La unidad de la que habla el Papa Francisco, según mi modo de ver, es la nueva forma de la política, una política que se une a partir de la necesidad. No es una política partidista, sino que une a las personas a partir de las necesidades, independientemente de sus diferencias. Y a partir de ahí empiezan a construir estratégicamente una identidad que da sentido a sus vidas».
Ella proviene del ámbito universitario. Define la Universidad como «un lugar de pensamiento crítico, de investigación, de concienciación, de responsabilidad, no solamente un centro de capacitación y formación laboral. Es un ente autárquico que tiene una responsabilidad social y así lo ha demostrado históricamente. Su nombre mismo así lo indica, 'universitas' significa 'como uno, hacia adelante'», señalaba en una conferencia de Naciones Unidas. Cuda tiene una doble formación, teológica y filosófico-política. Obtuvo un doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires y estudió Ciencias Políticas con Ernesto Laclau en la Northwestern University de Chicago, analizando las matrices teológicas del populismo. Ha escrito, además, varios ensayos.
Durante su etapa en el Vaticano ha hecho gala de la importancia de la voluntad de diálogo social, ha instado a parar las guerras internacionales y ha denunciado que «en muchos países desaparecen mujeres y hombres en sistemas de cárceles privadas, hay tráfico de órganos, muchos jóvenes en el narcotráfico, hay muerte, hay una guerra a pedazos». Cude ha afirmado en varias ocasiones que se siente «orgullosa de ser católica porque es una institución que defiende la vida».
Sobre León XIV, Cude ya se ha pronunciado. Varios medios han recogido sus declaraciones en las que afirma que el nuevo Papa «fue el elegido de Francisco», con quien se reunía todos los sábados en Santa Marta. La teóloga subraya que «Francisco dio muchas señales que depositaba en él su confianza».
La secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina insiste en el acierto de la elección, pues considera al nuevo Papa, su superior directo hasta la muerte de Francisco, «una persona de gran decisión, que no es fácil encontrar». Le define como alguien «de pocas palabras y quizás también poco expresivo, como todo norteamericano. Pero hay una distinción entre los latinoamericanos y los norteamericanos, unos sostienen con la palabra y otros con los hechos. Pienso que el cardenal Prevost tiene la virtud de poder sostener con las dos cosas», ha subrayado.
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