Blondie, el león más querido del mundo, es ahora el trofeo de un cazador
La muerte del felino estrella de una reserva de Zimbabue recuerda al del caso Cecil, que provocó una oleada de indignación mundial hace una década
En ocasiones, algunos animales se convierten en auténticas estrellas mediáticas que atraen la mirada de curiosos y amantes de la naturaleza. Pasó con Copito de ... Nieve, el único gorila albino del mundo que atrajo a miles de visitantes al zoo de Barcelona hasta su muerte en 2003. Y lo mismo sucedía con el león Blondie, el objeto de deseo de los turistas que se desplazaban al Parque Nacional de Hwange, en el noroeste de Zimbabue. Hasta ahora. Su enorme popularidad no le ha servido para librarse de ser abatido por un cazador. Su larga melena rubia, de ahí su sobrenombre, coronaba una imponente figura, que personificaba a la perfección la mítica figura de rey de la selva. La tristeza y la indignación por su muerte se ha propagado por todo el mundo tal y como sucedió hace una década con Cecil, otro gran felino que pereció en circunstancias muy similares en la misma reserva.
Blondie era el líder de una manada integrada por tres hembras y diez cachorros. Imposible no acordarse de la película de Disney 'El rey león' cuando se veía a este impresionante ejemplar macho descansando con su familia. La posibilidad de toparse con Blondie era, sin duda, uno de las grandes reclamos de la mayor reserva de Zimbabue, situada entre en la ruta principal entre la ciudad Bulawayo y las cataratas Victoria, muy cerca del desierto del Kalahari. En total, 14 600 kilómetros cuadrados en el que conviven 105 especies de mamíferos como antílopes, hienas y elefantes.
Pero, una vez más, se ha demostrado que el depredador más peligroso para el reino animal es el propio hombre. Blondie cometió el error de salirse del espacio protegido del parque africano, en una fecha indeterminada entre finales de junio y principios de julio. Y lo pagó muy caro. Un cazador, que se encontró con él a unos diez kilómetros fuera del parque, no tuvo piedad. Y ello pese a que el animal llevaba un visible collar GPS de la Unidad de Investigación de Conservación de la Vida Silvestre de la Universidad de Oxford (WildCRU).
Polémica foto en redes sociales
El león se convertía así en el último trofeo de este coleccionista que llegó incluso a colgar una foto posando con el cadáver del famoso animal en sus redes sociales junto a sus guías. La rabia de los amantes de la naturaleza ante la visión de uno de los animales protegidos más famosos del mundo abatido en el suelo alcanzó tales dimensiones que el cazador tuvo que borrar la imagen de su cuenta de Facebook.
Mientras tanto, crecía el debate sobre si el coleccionista pudo haber incumplido alguna norma cuando disparó a Blondie. Según la Asociación de Guías Profesionales de Zimbabue (ZPGA), todo parece legal: su verdugo contaba con todos los permisos necesarios y el animal se encontraba fuera de la reserva en el momento de su muerte. Las autoridades africanas también aseguraron que Blondie superaba la edad mínima que impedía su captura y que la ley vigente establece en seis años. Caso cerrado. El portal pro cazadores Gaceta de Caza en África desmintió, además, que el collar GPS del animal fuera tan grande como para ser visto fácilmente.
Sin embargo, fue inevitable relacionar la muerte de Blondie con la de Cecil, otro emblemático león abatido también por un cazador en el mismo parque africano en 2015. La crueles circunstancias que rodearon su muerte lo convirtió en el nuevo icono de la lucha por la protección de los animales salvajes en todo el mundo. De hecho, el felino vivió un auténtico calvario que duró dos días mientras se desangraba a consecuencia de sus heridas. Finalmente, su cuerpo fue hallado sin piel ni cabeza. Un triste epílogo para el ejemplar más grande de la región, de 13 años, que dejaba huérfana a una manada formada por tres leonas y siete cachorras.
Con nocturnidad y alevosía
En el caso de Cecil, la caza fue declarada ilegal por las autoridades. Se hallaron evidencias de que sus captores destruyeron el collar GPS y que lo sacaron del parque colocando un animal muerto para atraer a Cecil, que lucía una espectacular melena oscura. Se cree que el cazador estadounidense Walter James Palmer pagó a sus dos guías locales, que fueron detenidos, unos 50.000 euros por acabar con la vida de este hermoso animal con nocturnidad y alevosía. Primero con flechas para no hacer ruido y después con un rifle para rematarlo. Para algunos naturistas, fue un ejemplo más de caza furtiva en la región. En la misma época, 36 crías de elefante fueron separadas de su manada para venderlas a zoos y circos de China y Emiratos Árabes en este parque de Zimbabue.
Volviendo a Blondie, lo cierto es que su muerte se produce justo cuando se encontraba en la flor de la vida, tal y como destacan los activistas por los derechos animales totalmente consternados por su desaparición. De hecho, estaba en su mejor edad reproductiva, lo que contraviene la recomendación del Gobierno de Zimbabue a los practicantes de la caza deportiva de poner en su punto de mira solo a ejemplares de edad avanzada. Una norma más que no ha impedido la progresiva desaparición de la población de leones africanos en los últimos 25 años. En ese sentido, se calcula que sólo quedan entre 23.000 y 39.000 grandes felinos en todo el continente.
Blondie ya no estará entre ellos. Lo que queda es la controversia que gira entre los que apoyan la erradicación de la caza deportiva de animales salvajes y los que la consideran una fuente legítima de ingresos para financiar las políticas de protección en los países donde viven. Mientras tanto, el gran felino de melena rubia quedará para siempre grabada en la mente de los amantes de los animales que seguro que estos días se acuerdan de una de las citas más emotivas de 'El Rey León': «Mira las estrellas, los grandes reyes del pasado nos observan desde las estrellas. Cuando te sientas solo recuerda que esos reyes siempre estarán ahí para guiarte, y yo también».
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