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Para Isabel Mellén ponerse de cara al público es parte de su día a día. Y como si de una de sus clases o exposiciones ... se tratara, este jueves se dirigió a la particular aula en la que se transformó una Plaza de la Provincia llena hasta la bandera. La historiadora y filósofa vitoriana, que hacía el número 54 en el listado de pregoneros de las fiestas de SanPrudencio y Estíbaliz, centró su relato en las que son sus grandes especialidades: la recuperación del papel de la mujer en el pasado y el análisis de nuestro patrimonio artístico en clave femenina. Un discurso que le llevó a reivindicar el trabajo que ella misma y muchos compañeros de profesión están realizando para rescatar la huella de las mujeres y también darla a conocer a la sociedad.
«No estamos en el relato común de la historia porque no han querido que estuviésemos, porque se ha hecho todo lo posible por negar nuestra existencia, nuestras acciones, nuestras contribuciones, porque de manera intencionada se ha querido invisibilizarnos y ocultarnos. Sin embargo, la realidad es tozuda, ahí estuvimos. Sólo hay que volver a mirar para encontrarnos», incidió.
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Una labor revisionista para «investigar el pasado y hacerlo cada vez más ancho e inclusivo» y desvelar así que el protagonismo también se escribió en femenino. Pero no solo, ya que la historiadora también habló de la necesidad de recobrar la memoria de otros grupos que han sido marginados, como el colectivo LGTBIQ+, las personas racializadas o las discapacitadas. «Devolver a las mujeres su hueco en la historia ha sido mi motor como investigadora. Sólo conseguiremos revertir el daño causado mediante el trabajo duro, riguroso, colaborativo. Porque arrebatarnos nuestro pasado como colectivo es impedir que creemos una genealogía femenina que subraye nuestras hazañas y logros».
Mellén considera que «nuestro relato histórico común, el de nuestra propia provincia, sigue incompleto» porque aún falta rescatar la visión femenina. Y acompañarla de una «imprescindible labor de socialización y de puesta en conocimiento de los resultados que se producen en el marco académico». «De nada sirve la labor de historiar si no llega a las personas, si no sabemos reconocer esa huella en las calles que habitamos, en el patrimonio que nos rodea, en las tradiciones que reproducimos anualmente».
La historiadora vitoriana remarcó que estas fiestas de Álava son el momento para «recordar, en Estíbaliz y Armentia, a las mujeres que hicieron posibles esos enclaves y otros en la provincia con su labor de matronazgo o que dejaron sus mensajes en ellos».
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