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Ya están aquí las fiestas de nuestros protectores, San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz. Aunque sabido es que la palma se la lleva él: ... retreta, tamborrada, romería a Armentia… Mucha juerga y unión suele haber en estas fiestas patronales de la provincia. Pero este año, ya estamos con susto, pues hace días, el lehendakari, que todavía no había dicho ni mu sobre la 'Y' griega vasca y el dichoso enlace, si por Vitoria o por Ezkio, ya lo ha dicho... Así, tímidamente y apoyándose en lo aprobado por el Parlamento vasco hace un tiempo… Y es entonces cuando vuelve a llover en Vitoria. No sólo porque San Prudencio es el llamado 'Santo Meón' sino por el chaparrón de desesperanza a que Vitoria se ponga en el mapa. No sabemos si el diputado general, junto al resto de los forales, van a incluir ruegos y plegarias sobre dicho tema del tren de alta velocidad a San Prudencio bien durante la procesión, bien en la misa de la basílica. Conviene rezar, tanto si se cree como si no, por si acaso, y no exclusivamente por el desbarajuste mundial y todas las tragedias humanas que están sucediendo. Conviene suplicar a San Prudencio y a la Virgen de Estíbaliz que, además de al resto de paisanos de este pequeño país, también nos dé a los alaveses un poco de arrojo.
Otra posibilidad es acudir a los desagravios de Estíbaliz, a ver si entre el mercado de los productos locales, se encuentra la vía para llegar a acuerdos y resolver las cuitas. Claro que a esto también tendría que acudir el lehendakari para poder recibir la luz necesaria… ¿Sabrá dónde se celebran? No importa. A todo aquel que asista a nuestra tierra y se encuentre despistado, lo acogeremos y le invitaremos a disfrutar de la fiesta. Y podrá comer caracoles y perrechicos. Sí, 'perrechicos', así, tal cual. Ese vocablo, proveniente de la lengua vasca, 'perretxiko' 'seta', pero que en castellano alavés (no sólo) designa exclusivamente la preciada seta de primavera. Lo digo para que no se queje, como en otras ocasiones, algún vecino desorientado y desconocedor de los usos locales, porque digamos así, palabra vasca castellanizada, como tantas otras. Sin ir más lejos, 'perrechical'.
Conocer a los de al lado no está mal, no somos tantos, pero tampoco está de más el darse a conocer y no lamentarse tanto, como hacemos aquí tantas veces… Por todo ello es que veo necesario las oraciones en estas fiestas. Pero, rezos aparte, este año celebramos aniversarios, de tamborrada y de retreta. Pues ánimo y ¡a disfrutar, alaveses!
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