Un caso de violencia por razones ideológicas no tan aislado

El pasado mes de junio fue el hijo de Carlos Iturgaiz, presidente del partido en Euskadi, quien tuvo que soportar las amenazas de los radicales. «¡Fachita de mierda, te vamos a matar! ¡Te vamos a quemar vivo con tu puto padre!», fueron algunas de las lindezas que un grupo de aficionados dedicaron a Mikel Iturgaiz durante el partido de fútbol que disputaban el Gernika Sporting y su equipo, el Askartza. «Me gritaban que tuviera cuidado al salir, que mirara bien el coche, que mi padre es un no sé qué y un no sé cuántos... No voy a tolerar que me acosen por ser hijo de Carlos Iturgaiz, ni antes ni ahora. Estamos en pleno siglo XXI», declaró a este periódico el propio joven, de 23 años, terminado ya el encuentro. Varios amigos tuvieron que ayudarle a llegar al vestuario cuando varios de los radicales accedieron a campo «con intención de encararse y agredir al jugador», recogió el acta arbitral. Todos los partidos, salvo EH Bildu, condenaron lo ocurrido.

Llovía sobre mojado. Tan solo un mes antes de las amenazas a Mikel Iturgaiz, el exconcejal del PP de Vitoria Iñaki García Calvo y tres amigos fueron agredidos por nueve radicales en la Parte Vieja de la capital alavesa. «¿Tú eres del PP?», le preguntaron. Respondió afirmativamente y entonces le arrojaron un vaso de cerveza y otro de kalimotxo. «No puedes estar aquí, ¡vete!», le gritaron. García Calvo se levantó de la silla y de repente le dieron una bofetada en la cara. Los agresores también la emprendieron a golpes contra sus tres amigos, que trataron de defenderle.

En noviembre de 2018, un grupo de encapuchados apalearon a un estudiante de 19 años en el campus de la UPV en Vitoria, después de que intentara crear en el campus de Álava una plataforma en favor de la unidad de España.