Juanjo Álvarez | Catedrático de Derecho Internacional Privado de la UPV/EHU
«Urkullu podía haber optado por opciones de vida mucho más plácidas»- Va a ser el investigador principal de eAtlantic, la fundación de Urkullu. ¿Se lo propuso él?
- Sí, es un reto ilusionante que viene ... de hace unos cuantos años atrás. António Vitorino, de la fundación Jacques Delors, siempre tuvo claro que los vascos tenemos espíritu europeísta y nos propuso desplegar una antena académica e institucional en Euskadi. Cuando el lehendakari dejó el Gobierno y se planteaba qué hacer, tenía claro que ni se iba a jubilar ni se iba a ir a una empresa, pese a que tuvo la oportunidad. Sabía que la dimensión europea e institucional era un campo desde el que se podía hacer tracción, así que empezamos a trabajar y me planteó llevar la parte académica.
- ¿Por qué es necesaria esta fundación? ¿Las instituciones públicas no están siendo capaces de situar los intereses del Eje Atlántico en la agenda europea?
- Las instituciones lo están haciendo bien, tanto en la época del lehendakari Urkullu como ahora con Pradales. Pero el raíl de lo institucional es uno y el de lo privado es otro. No es mejor ni peor, pero a veces es más efectivo. En lo que estamos trabajando ahora es en territorializar los informes de Draghi y Letta en nuestra zona de influencia. Pretendemos servir de argamasa, de punto de unión entre las realidades asociativas que están trabajando sobre la idea europea.
- ¿Se está produciendo una desviación del foco europeo hacia el Este? ¿Corre Euskadi el riesgo de perder el tren?
- Todo el mundo dice que hay que mirar a Polonia... Mire, el Mediterráneo tiene un comisariado específico que le cuida y le mima, y del Atlántico nadie se ha ocupado. El primer gran objetivo es lograr que se reconozca el concepto de Eurorregión Atlántica. Eso te da capacidad de maniobra.
- Hay voces de la oposición que denuncian una «puerta giratoria» de Urkullu porque la fundación está financiada por BBVA, Iberdrola, Kutxabank y Petronor.
- Creo que son críticas poco edificantes. El lehendakari Urkullu podía haber optado por otras opciones de vida mucho más plácidas y acomodadas, pero ha decidido proyectar su experiencia profesional a una dimensión sin ánimo de lucro y muy interesante. Es cualquier cosa menos una puerta giratoria, para eso podría haberse ido a una empresa o a un consejo de administración y cobrar veinte veces más de lo que va a cobrar en eAtlantic. Si algo tiene el lehendakari son valores éticos intachables.
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