Los únicos testimonios que mueven a los jóvenes más radicalizados

La doctora en Comunicación María Jiménez asegura que «la voz de los victimarios es la pieza que falta por escuchar cuando llevamos el terrorismo a las aulas». La periodista y profesora de la UNAV ha realizado un estudio sobre el impacto de los testimonios en los jóvenes que demuestra que la voz de los perpetradores es la que más escuchan y la que más mueve a los más radicalizados.

Un 13% de los jóvenes justifica la violencia con fines políticos. Son mayoritariamente chicos y están muy ideologizados. Hay otro 22% que tiene dudas. Son las principales conclusiones de un estudio que lleva la firma de Jiménez, que ha contado con una muestra amplia de alumnos -más de un millar- de ocho comunidades entre las que no están Navarra y Euskadi porque trabajan con otros materiales. Ese millar de alumnos analizan documentos que explican el terrorismo y escuchan el testimonio de una víctima. El 22% que tenía dudas baja mucho, cae diez puntos. Funciona. ¿Qué pasa con el 13%? «Se queda en el 12,7%. Son impermeables a estas unidades didácticas y al testimonio de las víctimas. Hay que darles una oferta educativa alternativa», valora Jiménez.

«Nuestra propuesta es llevarles también la voz de los victimarios arrepentidos. Es algo que funciona en el yihadismo y aquí también puede hacerlo. En Reino Unido y Alemania ha dado buenos resultados», declara Jiménez. «Los perpetradores provocan en la mitad de ellos rabia, odio e impotencia. Hay otros sentimientos inesperados y minoritarios que nos dan pistas de dónde están los más radicalizados», avanza. «A uno de cada diez les generan empatía, al 6,6% admiración y al 4% solidaridad». Los dos grupos más radicalizados, aquellos que abogan por el uso de la violencia y los que dudan, «son los que reaccionan más ante los victimarios».

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