

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Un ataque con bengalas a la casa de Aritz Otxandiano ha expuesto de forma contundente hasta qué límites se ha elevado la tensión en la ... izquierda abertzale sobre qué modelo energético se quiere para Euskadi y cómo deben desarrollarse las renovables. En declaraciones este mismo viernes a EL CORREO, aseguraba que la campaña de presión había empezado antes de que su hermano, Pello Otxandiano, fuese elegido candidato a lehendakari de EH Bildu y que los más críticos ya le habían puesto en el foco por su apuesta por un despliegue ordenado de los parques eólicos o los fotovoltaicos como responsable de Sostenibilidad de Fagor. Pero el mar de fondo en el entorno de la coalición soberanista es importante.
La izquierda abertzale ha apoyado durante años a movimientos populares y ecologistas muy críticos con la instalación de grandes estructuras de molinos. El argumento, básicamente, era «sí a las renovables, pero no así». Nada de parques de dimensiones considerables que dependan de multinacionales y que afecten al entorno natural: cimas de montes, alrededores de las localidades... Pero Euskadi da lo que da territorialmente y las ubicaciones potenciales son limitadas, así que el choque era inevitable.
Esos grupos y la izquierda abertzale fueron de la mano durante años. Sin retroceder demasiado, EH Bildu convirtió la lucha contra el 'fracking' en una de sus principales bandera políticas, sobre todo en Álava. Ese perfil ecologista le permitió ampliar su base social más allá del habitual votante independentista hasta lograr ser la primera fuerza en Vitoria en 2023. Fue justo un año antes de esos comicios cuando empezaron a producirse algunos movimientos. Uno tuvo con epicentro Azpeitia y fue el primer aviso del terremoto que se avecinaba.
La localidad guipuzcoana es uno de los bastiones de EH Bildu desde su legalización en 2011 y la alcaldesa,Nagore Alkorta, uno de los rostros institucionales más destacados de la coalición y actual vicepresidenta de Eudel. Y en sus alrededores una empresa noruega plantea un parque con una quincena de molinos. La regidora avaló la propuesta, con matices, y en octubre de 2022 convocó una asamblea municipal con representantes de la compañía en la que tuvieron que oír de todo por parte de un grupo de vecinos.
Solo un mes después se demostró que lo de Azpeitia no había sido una decisión unilateral tomada por su cuenta por la alcaldesa. EH Bildu presentaba su «estrategia energética» en un acto en el que estaban Arnaldo Otegi, Pello Otxandiano y Mikel Otero, el dirigente que durante los últimos años ha sido la voz de EH Bildu en temas medioambientales. Un documento en el que se defendía la necesidad de levantar parques de «cierta envergadura». La coalición oficializaba su nueva apuesta energética.
Detrás de ese giro hay una reflexión ideológica y estratégica que forma parte de la apuesta de EH Bildu por las vías pragmáticas e institucionales. El objetivo declarado es gobernar –«ganar cotas de poder»– y para ello sus dirigentes tienen claro que deben abandonar sus posiciones maximalistas. Lo han hecho en casi todos los ámbitos, y el energético no es una excepción.
¿Pero cómo explicar a sus bases que ahora toca asumir cosas que antes no se veían bien? Los dirigentes de la izquierda abertzale tratan de hacer pedagogía. Por ejemplo, la alcaldesa de Azpeitia argumentó en su momento que la empresa noruega era pública y que abría la puerta «a la socialización de la energía y a la participación de la ciudadanía». En general, lo que defiende EH Bildu es que si se quiere avanzar hacia la «soberanía energética» como mecanismo para hacer una Euskadi cada vez más independiente hay que flexibilizar el discurso. Se apuesta por las renovables, pero se insiste en la tesis de que no a cualquier precio. Pero no todos 'compran' ese discurso.
La tensión ha ido en aumento. Hace apenas dos meses, varios vecinos de Oion se manifestaron con pancartas en las que se podía leer 'Bildu traidores' durante una protesta vinculada con la instalación de renovables. Tres concejales de la localidad alavesa de Aratzua-Ubarrundia han terminado por dimitir. Algunas voces dentro de EH Bildu apuntan a que la salida de Otero del Parlamento vasco para irse a Madrid como diputado tuvo que ver en gran medida con la necesidad de buscarle una salida y descargarle de presión después de haber sido objeto de numerosas críticas por darse un abrazo con Arantxa Tapia tras llegar a un acuerdo sobre la ley de cambio climático aprobada hace poco más de un año.
Destacados miembros de la izquierda abertzale admiten que esta cuestión es la que más dolores de cabeza les está generando internamente y que lo sucedido con Aritz Otxandiano abre una nueva pantalla que habrá que ver hasta dónde alcanza.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran a una mujer de 79 años muerta desde hacía varios días en su domicilio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.