El Gobierno vasco propondrá a Sánchez acercar a 210 presos sin necesidad de que rechacen a ETA
Covite rechaza el «cambio de concepto» presentado por Jonan Fernández y considera «indigno y peligroso» ofrecer facilidades a los reclusos si antes no «repudian» a la banda terrorista
I. Ugalde | L. gil
Miércoles, 15 de enero 2020, 12:19
El Gobierno vasco trasladará al nuevo Gobierno central una propuesta actualizada para acercar a los 210 presos de ETA a siete cárceles cercanas a Euskadi: Zaballa (Álava), Basauri (Bizkaia), Martutene (Gipuzkoa), Pamplona, El Dueso (Cantabria), Logroño y Burgos, según ha confirmado el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández.
Fernández ha explicado , en declaraciones a ETB, que en este documento planteará «un cambio de concepto», ya que, si hasta ahora se exigía a los reclusos que iniciara un itinerario de reinserción para proceder a su traslado a centros penitenciarios vascos o cercanos a Euskadi, ahora plantea que se haga al revés. De esta forma, una vez que se acerque a los presos, estos comenzarían ese camino hacia su resocialización.
El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación cree que los 210 reclusos de ETA pueden ser trasladados a los centros penitenciarios de Zaballa, Basauri, Martutene, Pamplona, El Dueso, Logroño y Burgos. «El concepto debe ser que, para comenzar el proceso de reinserción, deben estar cerca», ha insistido Fernández.
Asimismo, ha subrayado que esto no supone que se haga «un regalo» a las personas presas, sino «justicia» para sus familias. A su juicio, es necesario replantearse el modelo de reinserción con el fin de ir hacia un modelo más abierto que contribuya a la reintegración social de los reclusos tras su excarcelación.
El anuncio del secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación ha provocado un malestar inmediato en el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite). «Dice Jonan Fernández que hay que acercar a los presos de #ETA a cárceles vascas para conseguir que renieguen de ETA. No, Jonan Fernández. Acercarles sin que repudien a ETA es indigno y peligroso. El Gobierno no puede ceder ante quienes buscan la impunidad de los terroristas», han asegurado en su cuenta de Twitter.
Dice Jonan Fernández que hay que acercar a los presos de #ETA a cárceles vascas para conseguir que renieguen de ETA.
COVITE (@CovitePV) January 15, 2020
No, Jonan Fernández. Acercarles sin que repudien a ETA es indigno y peligroso.
El Gobierno no puede ceder ante quienes buscan la impunidad de los terroristas. pic.twitter.com/CassFGIA0w
La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, se ha expresado con contundencia en un comunicado en el que ha acusado al Gobierno vasco de «ceder a las pretensiones del colectivo de presos de ETA». «A los terroristas orgullosos de su pasado criminal no se les aplica planes de inserción, sino políticas de desradicalización que hasta ahora brillan por su ausencia en el País Vasco», ha lamentado. Del mismo modo, ha recalcado que «el repudio a ETA debe ser una condición fundamental para el acercamiento de los presos. Tiene que ser un repudio individual, en ningún caso colectivo».
Para el Colectivo de Víctimas del Terrorismo es la izquierda abertzale «la verdadera responsable de que siga habiendo una política de dispersión de los presos de ETA» porque «prefiere seguir sacando rédito político culpando al Estado y a las víctimas». Paralelamente, ha pedido al Gobierno central que «no caiga en las trampas linguísticas» referentes a la estrategia de la banda de 'reconocer el daño causado' y le ha instado a no permitir «que el nacionalismo vasco marque la hoja de ruta en política penitenciaria». «Acercar a un preso orgulloso de su pasado criminal a un contexto en el que se le jalea no ayuda en nada a su reinserción», ha subrayado Ordóñez.
Partidos como el PP y Ciudadanos han mostrado igualmente en reiteradas ocasiones su desacuerdo con cualquier movimiento que pueda suponer un «beneficio» para los reclusos de la banda terrorista. Este miércoles el recién nombrado portavoz de los populares en el Parlamento vasco, Carmelo Barrio, ha mostrado su rechazo a la nueva propuesta para el acercamiento de los presos de ETA y ha pedido a Pedro Sánchez, que actúe con responsabilidad y no «ofenda» a las víctimas del terrorismo.
Barrio ha criticado que este sea uno de los primeros contactos que el Gobierno autonómico va a tener con el central para «interceder y pedir favores para Bildu y el colectivo de presos de ETA» que, según ha subrayado, «no se ha apartado de la estrategia de la violencia, no ha renunciado a ella, y no ha colaborado con la Justicia». Por ese motivo, ha considerado que esta propuesta es «llamativa por lo que tiene de lamentable». «La voluntad de reinserción es lo primero para poder iniciar el proceso de acercamiento», ha subrayado.
La situación de los presos
Desde que Pedro Sánchez llegó a la jefatura del Gobierno se han trasladado ya a cárceles próximas a Euskadi a 32 presos de ETA y se ham concedido, al menos, 28 segundos grados. Un total de 24 han sido puestos en libertad, en su mayoría por cumplimiento de condena –dos por enfermedad grave–. Cabe señalar también que una decena de miembros de ETA han ingresado en la cárcel, de los que siete fueron entregados por Francia.
El grueso de los datos fueron dados a conocer el pasado diciembre a la Asociación de Víctimas de Terrorismo (AVT) por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y se recogen en el Observatorio de Política Penitenciaria del último boletín de la asociación de víctimas. Cuando Sánchez fue investido como presidente, el número de reclusos de ETA que se hallaban en prisión era de 233, de los que el 85% son hombres. La tendencia a la baja será una constante a corto plazo. A alrededor de setenta presos les quedarían menos de cinco años para terminar sus condenas y de ellos, a una veintena, menos de dos.
El grado en el que se encuentran los presos afecta a una cuestión clave: la eventual libertad condicional. Solo los internos que están en tercero pueden acceder a ella. Los reclusos que se hallan en primer grado solo pueden salir a la calle por licenciamiento definitivo o por excepciones, como una enfermedad grave. Mientras que el segundo se corresponde con el régimen ordinario, lo que suaviza su situación dentro de la cárcel y les permite trabajar en el economato. Asimismo, su expediente podrá ser revisado de manera individual para valorar su posible traslado de centro y su aproximación a Euskadi.