Reto demográfico: extienden hasta los 7 años las ayudas de 200 euros por hijo y a 24 semanas el permiso de paternidad
El acuerdo de gobierno presta en este ámbito también atención a la integración de la población migrante, cada vez más numerosa
El acuerdo de gobierno deja un papel destacado al reto demográfico, que ya comenzó a afrontarse la pasada legislatura y se planteó como un «reto ... de país». El candidato a lehendakari, Imanol Pradales, ha mencionado este jueves algunas de las medidas, en este caso concretas, que desarrollarán a lo largo de este mandato, dirigidas en buena parte a fomentar la conciliación y, de paso, la natalidad, y a gestionar la integración de una población migrante cada vezmás numerosa.
Destaca, para contribuir a la economía doméstica de las familias con hijos, la extensión de la ayuda de 200 euros al mes por niño. Se implantó en 2023 y estaba dirigida a hogares con menores de hasta 3 años, pero la intención del nuevo Ejecutivo es extenderla hasta que cumplan los 7 (10 en el caso de las familias numerosas o monoparentales). En su primer año, 53.413 familias recibieron esta prestación.
Otra de las iniciativas de mayor calado será la ampliación de los permisos de paternidad y maternidad hasta las 24 semanas. Serán iguales para ambos progenitores e intransferibles. En el documento suscrito por ambas formaciones no especifica cómo se regularán estas licencias, que deberán ser estudiadas también por sindicatos y patronal, pero Euskadi, pese a no tener competencias para legislar sobre los permisos, sí que dispone de otras fórmulas.
A finales de 2019, la comunidad autónoma elevó hasta las 16 semanas el permiso de los progenitores no gestantes a través de excedencias voluntarias subvencionadas. En la actualidad, en el sector privado los padres y madres tienen derecho a 16, pero el Gobierno vasco ya anunció hace unos meses que, a finales de este año o comienzos del próximo, ascenderá a 18.
Si algo quedó claro también la pasada legislatura fue que los movimientos migratorios no son una tendencia, sino algo estructural. El País Vasco está en máximos de ciudadanos originarios de otros países, y las llegadas, marcadas por los conflictos y la inestabilidad política a escala global, no cesan. De ahí que otra de las necesidades de cara a estos próximos cuatro años sea facilitar la incorporación sociolaboral de las personas inmigrantes. Se elaborará, en ese sentido, un plan integral que contemple la cualificación, experiencia y la gestión de las autorizaciones de los permisos de trabajo y acogida para ofrecer una «gestión inteligente e inclusiva de quienes lleguen a Euskadi en busca de una oportunidad».
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