Experiencias que son un regalo

Peligro inminente! ¡Riesgo de resultar poco original! La Navidad aparece a traición, ciega los ojos con sus luces multicolores. Adormila las mentes a base de villancicos y anuncios de lágrima fácil. Los nervios estallan. ¡Aún no tengo regalo! Te proponemos detalles poco habituales para adquirir en un segundo, cliqueando la pantalla o gracias a un telefonazo.

Pongamos que tienes en casa un loco por los coches. De esos que pegan la nariz a la tele cuando empieza la Fórmula 1. Se sabe las marcas de los grandes pero debe conformarse con manejar las que hacen cola en la autopista camino al trabajo. Invítale a conducir un Ferrari F430 F1 en el circuito navarro de Los Arcos, acertarás seguro. Tras una vuelta de reconocimiento junto a un piloto profesional que narra los trucos del lugar y del coche, es hora de demostrar habilidades. ¡Subidón de adrenalina al escuchar el rugido del motor V8! Casi cuatro kilómetros de rodaje en cada vuelta. Veloz sobre un vehículo con prestaciones de alto nivel competitivo. Terminada la hazaña, foto de recuerdo con sonrisa tonta en la cara.

Esto va de parejitas, de demostrar amor y agasajar. Con estancia cariñosa en castillo simulado, el zaragozano de Bonavía, que mezcla aires medievales con elegantes instalaciones. El lugar es ideal, enclavado en las faldas del Moncayo, a 30 kilómetros de Zaragoza. Estimulará tus sentidos gracias a las vistas y a la copa de cava con la que van a darte la bienvenida. La Edad Media acude a tu mente para despertar la imaginación. Recuerda aquellas historias de caballeros y damas, revívelas con tu pareja o dale la vuelta al cuento, da igual que sea él quien te salve o sea ella la heroína. Lo importante es ese momento a la luz de la velas en un lugar rodeado de detalles que os ayudará a viajar en el tiempo.

Tras la cena a base de recetas tradicionales de Aragón, mediterráneas o cocina de vanguardia, la delicada suite reavivará recuerdos. Animaos a bailar aquella canción susurrada al oído. A probar la caricia del agua en la bañera de hidromasaje repleta de sales y velas aromáticas. Con la noche y sus titilantes estrellas como únicas cómplices. Por la mañana, desayuno continental en la habitación, para prolongar el momento íntimo.

Si a tu familia le van más las vistas aéreas siempre puedes preparar una salida en grupo poco convencional: vuelo en globo a mil metros de altura. Seguro que más de una vez te has preguntado cómo se ve la tierra desde las alturas. El silencio es absoluto, roto solo en ocasiones por la sorpresa de los participantes. Imagina la cara de los tuyos cuando tengan delante esa magnífica cesta con cabeza abombada y colorida que les hará flotar. Puedes escoger entre cuatro destinos: Orduña (con vistas del municipio, el monte Santiago y el nacimiento del Nervión); Vitoria y la Llanada alavesa, sobrevolando la ciudad medieval con el macizo del Gorbea y los pantanos; las Merindades de Burgos y Bureba para contemplar Frías, Medina de Pomar, Oña, los montes Obarenes y Ojo Guareña; o el Valle del Ebro y Rioja Alavesa, entre la Sierra Cantabria y La Demanda, sobre tierras de viñedos y cereal.

El día empieza pronto, inflando el aparato para salir al amanecer. Entonces el viento más que soplar suspira y la fría atmósfera regala estabilidad para izar con calma el artilugio. Dependerás del aire, el globo solo puede dirigirse verticalmente aprovechando las corrientes. Un equipo lo seguirá desde tierra en 4x4 para llevaros de vuelta al punto de inicio tras aterrizar y degustar el desayuno y brindis con cava que incluye la experiencia.

Hay clásicos que nunca fallan. ¿Quién puede negarse a un relajante circuito spa? Insensato el que no acceda a esta humedad renovadora para dejarse llevar por el arrullo de las cascadas que surgen desde los grifos. Desconectar de la normalidad es una experiencia mágica. Zambullirte en la piscina termal con jets a presión. Participar en el pediluvio -camino de cantos rodados-, en el burbujeante jacuzzi y la pileta de agua fría. No olvides probar las termas, abandonarte a un clima idóneo para limpiar el organismo. Sus 50 grados de temperatura y 70 de humedad relativa son un regalo terapeútico. Entra en el baño turco, que optimiza la circulación, mejora las vías respiratorias, contrarresta la celulitis y elimina impurezas de la piel. Aprovecha la ducha escocesa bitérmica con contraste de agua fría y caliente; el juego de presiones mejora la circulación sanguínea y tonifica la musculatura. Después accede a la zona relax con camas térmicas donde dejar pasar el tiempo. Y la de té, para tomar una infusión.

Cuando el día a día resulta agotador y además llegan las fechas navideñas con ese trajín tan intenso de compras y preparativos de comidas y cenas, lo mejor es un masaje relanjante. Y, claro, si además nos ofrecen borrar el cansancio del rostro la tentación está servida. En un mundo dominado por las pantallas y la vida digital, el contacto humano se ha convertido en una preciada joya. Así que una extraordinaria opción para abandonar el estrés es someterse al mismo tratamiento que utilizan las actrices que pisan la alfombra roja. Se trata de Inhibit Face-Lift, de la firma española Natura Bissé, un tratamiento efecto lifting que corrige las líneas de expresión gracias a los activos que se usan y el tipo de masaje que se emplea. Sin olvidar el relax de todo tu cuerpo que proporciona el masaje. Cuando nos cuidamos y nos vemos bien, nos sentimos mejor.

Pocos paisajes resultan tan navideños como los helados. La nieve que cubre cimas inspira hasta al más anodino y aunque todos hemos ido al monte alguna vez cuando un manto blanco lo cubría, se trata de hacerlo con raquetas. La sierra de Entzia (Álava) o la de Urbasa (Navarra) aguardan. Bajo los pies escucharás un crujido níveo, lo esencial es acceder a rincones donde el silencio atruena. No estarás solo, un monitor garantiza tu seguridad. Introducirá al grupo en caminos poco transitados, rutas de postal por las que discurren arroyos y bosques. Lagos helados y cimas desde las que contener la emoción. Tu jornada comienza vistiendo raquetas y bastones inventados en América del Norte y al este de Siberia. Para reconocer de cerca ramas blancas, brazos arbóreos que aguantan el peso de la nieve sin hundirte en ella.

El momento no volverá a repetirse, por eso merece la pena captarlo para siempre gracias al book de fotos de tu bebé. Recuerdo inolvidable de su inocencia, de la ternura de ese hijo que cuenta solo unos días, reflejará para siempre las muecas que adornan su rostro mientras duerme, la placidez absoluta del descanso. Un ambiente bañado en tranquilidad lo acoge. Hace falta paciencia y buen humor para completar la sesión fotográfica. Para reflejar cada pequeño detalle de su cuerpo acurrucado. La brillantez de esa piel recién estrenada. Dentro del estudio porque allí, modelos y fotógrafos, se sentirán más cómodos.

Durante una mañana tu pequeño hará las delicias del objetivo. El atrezzo incluye cestas, lazos, diademas, gorros, mantas, cintas, flores… para destacar su belleza natural. Y mostrarlo al mundo, a tu familia, una semana después, cuando recibirás las veinte fotos. Seguro que lo agradece ya adulto, al reconocer en ellas al recién llegado que fue.