Ruta de las torres de Galdames
Recorrido por el pasado señorial, las casas blasonadas, las iglesias y la naturaleza que esconde la localidad encartada
No se parecen a las del Señor de los Anillos, pero son dos torres. En el cartel de la película incluyeron las del mal, Orthanc y Barad-dûr; nosotros nos inclinamos por la luz del lujo en Loizaga y la espiritual de San Esteban. La tierras de Enkarterri fueron hogar de ilustres familias vascas. Los linajes de Galdames dejaron su huella en la localidad. Construyeron edificaciones para guarecerse del frío y los ataques, torres y casas solariegas que buscaban mostrar relevancia… no hay poder tímido. Casas blasonadas y elementos arquitectónicos recuerdan esa herencia, protegida por la historia.
Si te acercas al municipio rememorarás aquel dominio. Cuentas con un pequeño mapa para guiarte, en la sección de Turismo de la web local. La ruta, por sendero y carretera, arranca en el barrio de San Esteban y su iglesia de mismo nombre. Nacido con el Pico Moro haciéndole sombra, destacan las señales del pasado señorial. Detente a observar los escudos de las fachadas, la estructura palacial de algunas casas. Recuerda asimismo que el Pico del Moro y La Cerca albergaron antiguos castros, asentamientos anteriores a la romanización, instalados en zonas altas para protegerse.
Además de con esta parroquia, el concejo cuenta con otras dos: San Pedro, en Galdames de Yuso, y Santa María de Montellano. San Esteban responde a una reconstrucción de nueva planta (1886) sobre el antiguo templo. Sobria por fuera, adornada solo por un soportal, el interior refleja las pretensiones historicistas de sus constructores, con fórmulas neogóticas. Trece vidrieras crean una sensación de brumosidad peculiar.
Recorrida la zona, puedes seguir hacia el barrio de El Escobal o escoger un recorrido complementario que acerca hasta Garai, donde la elaboración de pan se hizo arte, y también a El Valle. La siguiente parada elige visita a El Escobal, cobijo de riqueza agrícola y de pastos antes de que las minas se impusieran en el paisaje natural y económico.
Antecede al barrio de Concejuelo, distinguido por sus casas blasonadas, en el camino real de Güeñes a Sopuerta. Allí espera la casa-torre de Loizaga, restaurada a partir de una torre medieval. El recinto amurallado alberga la mayor colección de Rolls-Royce del mundo, destino perfecto no solo para amantes de los coches sino para quienes disfrutan la belleza del diseño. Pon punto final a la marcha en la iglesia de Santiago de Loizaga. Muchos vecinos la defienden como la más antigua de Bizkaia. El inmueble actual podría datar de finales del siglo XVI o comienzos del XVII.
Los Rolls del bastión
Antiguo bastión defensivo del linaje Ochoa García de Loyzaga, fue rescatado por el empresario originario de Galdames Miguel de la Vía. Su museo atraviesa casi cien años de historia de la marca Rolls-Royce. Dentro contemplarás joyas de cuatro ruedas como un camión de bomberos Merryweather de 1939. Una Silver Wraith Limousine, perteneciente a la flota real británica, dotada de un pequeño foco sobre el parabrisas que emitía luz azul y blanca anunciando la presencia de la reina Isabel II. Un Phantom IV entregado al emir de Kuwait en 1955, alto y con enormes puertas para acceder sin agacharse… ya se sabe que un mandatario no debe reclinarse. O el Silver Ghost 'Rois des Belges Tourier' diseñado al gusto de la marquesa de Marlborough y destinado al Palacio de Blenheim, donde nació Churchill.