Casas antiguas y palacios barrocos en Artieta, uno de los pueblos más bonitos del Valle de Mena
Valle de Mena (Burgos) ·
Cuando llegué a Artieta hace ya unos años pensé que era un lugar perfecto para tener una casita en el campo. Era primavera florida, de ... un día de esos soleados, frescos de mañana, con nubes en el cielo azul. Las sierras al fondo: la Sálvada y la de Peña o de Carbonilla, estirando un panorama de paisaje ideal. Además el pueblo es bonito, tranquilo, ordenado y repartido entre algunas casas antiguas y palacios barrocos con sus blasones señoriales, todo bien cuidado. Vi también la escuela y un vacío cuartel de la Guardia Civil. Subí por encima de la aldea, donde se aprietan las encinas que dan nombre al pueblo y se obtiene esa fotografía de pared de las casitas diseminadas al pie de un horizonte de montañas. La iglesia de San Martín está sola, entre fincas muradas en piedra seca que invitaban a ser habitadas.
¡Cómo no! Me llamó la atención que desde Artieta a París hay 955 km. y lo supe porque hay un cartel a la entrada que lo indica. Un paseante que encontré me dijo que lo habían puesto en deferencia a un vecino que tenía a su hijo emigrado allí. Bonito detalle. Pero irse a París no tiene comparación con otros emigrantes que desde este pueblo marcharon a Chile o México; algunos dejaron su memoria en el cementerio, poco más.
Artieta es un pueblo castellano, del valle de Mena, y caminando está a sólo un par de kilómetros de la muga de Álava en Artziniega. Además de vivir en un paraje hermoso debió ser importante porque en esos palacios que conserva vivieron hijosdalgos, algunos de ellos Caballeros de la orden de Santiago, otros servidores en la Cancillería de Valladolid.
No sería por eso que Manuel Gutiérrez Aragón eligió este pueblo para el rodaje de su película 'Visionarios', un peculiar thriller romántico, «una historia de vascos en la que incluso la virgen es nacionalista», según la definió su director. Supongo que fue por la tranquilidad del lugar para disponer de escenarios fantásticos.
Casi al lado hay otro espacio sugerente para el cine, un tanto oscuro por su historia reciente, inaccesible porque ahora es propiedad privada desde que alguien se hizo con todas las tierras de labor, también sus casas: Berrandúlez. El escritor Elías Rubio se detuvo en él cuando buscaba pueblos deshabitados que luego incluiría en su libro sobre la despoblación de Burgos, 'Los pueblos del Silencio'. Pero entonces todavía no había saltado a los titulares de prensa de siniestros; lo hizo cuando en febrero de 2012, Doroteo, uno de los hermanos propietarios de Berrandúlez, mató de un golpe en la cabeza al abogado vizcaino José Javier Ezquerra Uriarte, 'Txetxu', y lo arrojó a una sima de la sierra. Historia truculenta digna de cine negro que impresiona sentir en un paraje donde la paz está llamando al corazón. La soledad de ahora llama a recordar que este despoblado llegó a tener en el siglo XVIII hasta una veintena de vecinos, todos también hijosdalgos, alguno de los cuales se dedicaba a hacer pan para llevarlo hasta Bilbao.
Entre Berrandúlez y Artieta, entre Artieta y Berrandúlez no hay duda para elegir tierra en la que poner morada. A mí se me pasó el momento. Pero no olvido, y sé por qué, aquel refrán que alguien inventó y dice: «atardecer en Artieta, noche prieta». Traducido dice que quien espere al atardecer tendrá poca noche para dormir.
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