Directo Más de 2 kilómetros de retenciones en Santo Domingo por la avería de un coche

León XIV, cien días en el alambre

Prevost mantiene un perfil bajo mientras cierra heridas, marcado muy de cerca por los sectores más conservadores de la Iglesia

Viernes, 15 de agosto 2025, 00:07

León XIV ha pasado unos días de descanso en Castel Gandolfo, una costumbre que se interrumpió con Francisco, convencido de que «un Papa no tiene ... vacaciones». El corto 'veraneo' ha sido jaleado por la facción conservadora de la Iglesia, que ha visto en esa decisión un regreso a la tradición, simbólico, pero de larga perspectiva, que se suma a otros gestos como la recuperación de los convencionalismos pontificios. Los destellos de la 'muzetta' dorada han deslumbrado a los más rigoristas, aunque parece que ya han dejado de tragarse el señuelo. La ratificación del proceso sinodal, pilar fundamental de la reforma francisquista, les ha puesto en guardia.

Publicidad

En esta mitad de agosto se cumplen los cien días de la elección de Prevost, un periodo que se aplica en la vida civil para evaluar al gobierno de turno. Los tiempos eclesiásticos se mueven con más lentitud, pero ya se aprecia un cambio de estilo en el nuevo pontificado, marcado por la reflexión serena, la cautela y la prudencia, que no tiene nada que ver con el huracán Bergoglio y su «hagan lío». León XIV ha desaparecido del foco mediático secular, porque no ofrece titulares rompedores. No ha habido golpes de efecto ni gestos audaces, y parece haberse dado un tiempo para cerrar heridas y apagar fuegos. Francisco fue un hito excepcional, irrepetible, y la Iglesia tuvo mucha suerte por tener un Papa como él.

Los que se opusieron al programa reformador de Francisco se hartan de socializar el mantra de que Prevost fue elegido para apuntalar la unidad de una Iglesia polarizada por culpa del Papa argentino, para construir un cortafuegos entre él y León XIV. ¡Por fin un Papa de verdad!, se celebra. Ahora se pretende sepultar a Francisco con el argumento de que su magisterio ha sido líquido y su pontificado, fallido. Así, si el pontífice estadounidense asume la primavera que Bergoglio trajo a la Iglesia, se le podrá echar en cara que estaría traicionando el mandato sellado en la Capilla Sixtina. Una trampa. Se trata de enfrentar a León XIV con Francisco como ya lo hicieron con Benedicto XVI.

Las presiones del sector conservador se centran en varios frentes. Desde muchas trincheras se dispara contra la 'Traditionis custodes', el 'motu proprio' de Francisco para limitar la misa tridentina, la misa en latín, que escoció mucho en el mundo tradicionalista, al que Benedicto XVI había dado carta blanca. Existe una clara ofensiva para que León XIV derogue ese decreto y se vuelva a la liturgia preconciliar sin restricciones. Tampoco ha gustado que incluya en el Misal Romano la ceremonia para la custodia de la creación y que haya llamado a una conversión ecológica, porque ratifica la apuesta de Francisco por el cuidado de la casa común, por una ecología integral.

Publicidad

También se intenta archivar la declaración 'Fiducia Suplicans', mediante la que se permiten las bendiciones a las parejas homosexuales, que provocó un controvertido revuelo y que se linchara en la plaza pública al prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Víctor Fernández 'Tucho', gran amigo de Bergoglio. Los bergoglianos, el círculo más intimo del pontífice argentino, están siendo sometidos a un acoso intenso. Sin embargo, el legado de Francisco permanece y la continuidad parece asegurada. Prevost es de maneras suaves y delicadas, pero sus mensajes son firmes. Como el que envió a la industria armamentista y a quienes se llenan los bolsillos con equipamientos bélicos, a los que señaló como «mercaderes de la muerte».

Queda por ver cómo va a ser su relación con la Casa Blanca y la Iglesia de Estados Unidos. Fue allí donde se fraguó la oposición a Francisco y si León XIV mantiene la orientación que su predecesor imprimió a la Iglesia, también se convertirá en un adversario ideológico del trumpismo. En Castel Gandolfo hizo un llamamiento a la compasión, aprovechando la parábola del buen samaritano, un extraño, un hereje. «Consideramos prójimos solo a quienes nos rodean, a quienes piensan como nosotros, a quienes tienen nuestra misma nacionalidad o religión», fustigó. ¿Un mensaje para el vicepresidente Vance, que invocó el 'ordo amoris' de san Agustín para jerarquizar la caridad cristiana?

Publicidad

Mientras, pronuncia discursos muy espirituales y con claves políticas muy tasadas, incluso cuando se refiere a los conflictos bélicos en un mundo que se rige por la fuerza. Son sus reiterados llamamientos a la paz los que anuncian un peso programático en su pontificado, de momento de transición.

Hay que esperar a sus nombramientos, que serán una prueba de fuego. Y a sus documentos magisteriales, para conocer el tono y su carga de profundidad. Se habla de que su primera encíclica podría abordar la regulación ética de la Inteligencia Artificial en la aldea global, en una sociedad cada vez más tecnológica, pero también enferma.

Publicidad

Pedro Ontoso es autor de 'El complot #contra el Papa' (Arzalia)

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad