Otoño sin vetos
Nos hemos olvidado demasiado pronto de la histórica inyección económica que Europa va a colocar en los Presupuestos estatales y autonómicos para paliar los efectos ... devastadores de la Covid en nuestras vidas. 140.000 millones del fondo de recuperación y 72.000 millones en ayudas directas. Sin duda ese estímulo económico actuará de disolvente de algunos vetos que han marcado la política española en los últimos años y que han contribuido a que seamos la democracia más polarizada de Europa. Es urgente que los enemigos políticos actuales vuelvan a convertirse en adversarios con los que se puede llegar a acuerdos. Los tiempos nuevos no están para políticas salvajes.
En los inminentes Presupuestos expansivos se da por hecho que habrá dinero suficiente para atender las exigencias territoriales de los grupos pequeños de ámbito no estatal. De Compromis a Teruel Existe, del Bloque Nacionalista Galego a Coalición Canaria, pasando por el Partido Regionalista Cántabro. Se da por hecho que el socio preferente, el PNV, volverá a ver premiado su inmemorial pragmatismo y que maximizará su privilegiada posición con su demostrada capacidad extractiva. Y que no opondrá resistencia a compartir la zona de preferencia con el recién llegado a la zona de los acuerdos.
El recién llegado, Ciudadanos, ha anunciado que quiere contribuir a unos Presupuestos que serán históricos y tendrá un papel relevante gracias a poner en práctica el abandono de las trincheras. Los incentivos políticos para el partido de Inés Arrimadas son evidentes. Visibiliza su apuesta por el estado de bienestar y su expansión acercándose al votante medio. Vuelve a iluminar su bandera de la regeneración económica y su preocupación por los intereses de autónomos, pequeñas empresas y jóvenes expulsados del mercado laboral más dual de Europa. Retira a un segundo plano la bandera española que ha perdido su capacidad movilizadora. Y deja al Partido Popular y a Vox fuera de la mesa presupuestaria al lado de todos los partidos soberanistas. La fragilidad de Unidas Podemos, con un horizonte judicial complicado que afrontará con la resaca de sus pésimos resultados electorales en Galicia y Euskadi, hará más fácil la entrada de Ciudadanos en el diseño presupuestario porque no está en condiciones políticas de vetar a nadie.
Al final la gobernabilidad española no dependerá de las elecciones catalanas. Esquerra no puede olvidarse del eje territorial y tendrá que dedicarse este curso a competir con el partido de trincheras de Puigdemont que ha ido recortando poco a poco la distancia con el partido de Junqueras hasta el empate técnico, según la última encuesta del CEO de la Generalitat. Unos Presupuestos despolarizados reforzarán todas las políticas de reconstrucción pendientes, incluida la territorial, a la que se sumará Esquerra una vez que pasen las elecciones catalanas.
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