Euskadi no está para bloques
Los bloques cotizan a la baja y el contorsionismo al alza en el contexto de las próximas elecciones del 12-J en Euskadi. Los dos ... partidos que peor han leído este contexto, el Partido Popular y Elkarrekin Podemos, parecen ser los más penalizados por el electorado vasco. Y los dos deben su estrategia pegada a un bloque a la intervención de la central madrileña de su partido. La estrategia estatal del PP de Pablo Casado y del Podemos de Pablo Iglesias ha condenado a ambos partidos a ser los dos perdedores el próximo 12-J, según todas las encuestas.
Por un lado, el Partido Popular de Pablo Casado necesitaba para su estrategia de recuperar el terreno perdido con Vox un frente antinacionalista vasco que no estaba representado ni por su líder Alfonso Alonso ni por la dirección del PP en la comunidad autónoma. Según la estrategia del Partido Popular, que no ha abandonado en tiempos de pandemia, en España hay dos bloques. Uno lo forman el PSOE y sus socios comunistas y nacionalistas de investidura y el otro los partidos autodenominados constitucionalistas, incluido Vox. Para ese relato no servía Alfonso Alonso, un candidato de encuentro y consenso, y había que proyectar un aspirante de choque y bloques para que sintonizara con el resto de España a costa del resultado electoral en Euskadi.
Por otro lado, Pablo Iglesias necesitaba una estrategia para volver a tener equipos de su máxima confianza en todos los territorios después de las tensiones que habían roto el partido tras la salida abrupta de Íñigo Errejón. Daba igual que Elkarrekin Podemos hubiera anticipado la política de acuerdos transversales que demanda la ciudadanía apoyando los últimos Presupuestos vascos, demostrando su utilidad y con el apoyo de casi el 90% de su militancia. No importaba que en los últimos años nadie fijara su atención en los endémicos problemas internos de la organización vasca gracias a la labor de Lander Martínez. Qué más daba tener una candidata con la que sueñan todos los partidos, Rosa Martínez, y cuya trayectoria representaba perfectamente el actual momento político. Controlar el partido era la prioridad y se podían sacrificar las elecciones vascas de este año.
La voladura de ambas formaciones en año electoral por el bien mayor de su partido a nivel estatal es clave para completar la explicación del crecimiento tanto del PNV como del PSE que pronostican las encuestas.
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