Mucho en juego
Editorial ·
La movilización de las instituciones vascas contra la crisis desatada por la guerra demuestra las posibilidades que ofrece el Conciertoel correo
Jueves, 31 de marzo 2022, 00:02
La profunda crisis económica desatada por la invasión rusa de Ucrania en una flagrante violación del Derecho Internacional obliga a una rápida respuesta por parte ... de las instituciones en el ámbito de sus competencias para paliar los severos destrozos causados en el tejido productivo y social. Tan imprescindible como esa urgencia es adecuar las medidas a la excepcionalidad de la situación, que viene dada por la gravedad de los efectos colaterales de la guerra y por la disposición para combatirlos de herramientas limitadas -aunque no por ello ineficaces- con cargo al gasto público tras los esfuerzos desplegados contra la pandemia. Horas después de que el Gobierno central aprobara el martes su plan de choque, el lehendakari y los tres diputados generales quisieron escenificar ayer el firme compromiso de las administraciones vascas en esa materia con una inhabitual comparecencia conjunta para presentar un programa de inversiones estratégicas que activará 530 millones de euros en recursos propios en dos años. Ese dinero asegura el desarrollo de ambiciosos proyectos tractores ya conocidos que aspiran a contar con financiación de los fondos europeos Next Generation al margen de que estos lleguen, en qué cuantía y cuándo lo hagan. Entre las iniciativas blindadas figuran el Corredor del Hidrógeno, un centro de inteligencia artificial aplicada a la industria y varias relacionadas con el coche eléctrico y la digitalización de las carreteras.
Euskadi mantiene así una decidida apuesta por la inversión pública como palanca de una ineludible transformación de su economía para mantener su competitividad y de una recuperación lastrada por el conflicto bélico. Este paso y las medidas de apoyo a las pymes y autónomos anunciadas por las diputaciones evidencian no solo la movilización de las instituciones vascas frente a la crisis, sino las posibilidades que ofrece un uso inteligente del Concierto Económico. El mayúsculo desafío colectivo que representa superar este delicado escenario requiere la máxima coordinación entre las administraciones y una conjunción de esfuerzos a la altura de las circunstancias. Las medidas que Iñigo Urkullu negociará con las fuerzas políticas a partir de la próxima semana ofrecen la oportunidad de tejer un amplio acuerdo en una coyuntura tan extraordinaria. Ni el Gobierno vasco ni la oposición deberían dejarla pasar anteponiendo la búsqueda de réditos partidistas al bienestar general. Hay mucho en juego.
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