El discurso que Joe Biden ofreció desde el Despacho Oval no es un acto de despedida. Pone fin a una incansable operación de derribo de ... su aspiración a un segundo mandato, a la que contribuyeron activamente destacadas figuras del Partido Demócrata y de su círculo de 'celebrities'; un periodo que amarga cinco décadas de vida política y que con seguridad no lograrán compensar las ovaciones en la próxima Convención de Chicago. El 5 de noviembre se podrá saber si el presidente tardó demasiado en comprender que su candidatura comprometía el verdadero objetivo de las presidenciales: «salvar nuestra democracia, que está en juego» en caso de retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. Kamala Harris encarna la «nueva generación» a la que el mandatario encomienda una misión crucial. Navega una ola de adhesiones y millonarias recaudaciones de fondos para la campaña, aunque la intempestiva visita de Netanyahu a Washington muestra lo mucho que le falta para exhibir una voz propia. Así que a Biden, el único que ha podido vencer a Trump, todavía le queda trabajo. Y gestión que exhibir, como el 0,7% de crecimiento trimestral que también contará en la decisión de los electores.
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