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Las claves de la DGT para saber si el cuentakilómetros está trucado

Las claves de la DGT para saber si el cuentakilómetros está trucado

La Dirección General de Tráfico ofrece una serie de consejos para verificar si está manipulado y evitar disgustos al comprar un coche de segunda mano

Domingo, 12 de enero 2025, 13:48

A la hora de comprar un coche de segunda mano hay muchos aspectos a tener en cuenta. La mayoría de la gente se fija en la fecha de matriculación y en los kilómetros que acumula el vehículo. Este último aspecto nos sirve para conocer el uso que su anterior dueño le ha dado. Sin embargo, algunas personas no se fían de las cifras del cuentakilómetros por la posibilidad de que esté manipulado: ¿Cómo saber si está trucado?

La Dirección General de Tráfico sostiene que es «complicado» manipular los cuentakilómetros digitales, aunque se puede conseguir con un ordenador y el software adecuado. Este organismo afirma que trucar el odómetro para bajar la cifra de kilómetros realizados resulta una operación «muy rentable», ya que «aumenta el valor del vehículo».

Así las cosas, la DGT explica que existen varios métodos para verificar que este elemento del coche no ha sido manipulado. Lo primero que hay que hacer es revisar la documentación de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Ahí no sólo se refleja, sino que se ve -sobre todo si ha pasado varias inspecciones- si existe una correlación lógica entre el tiempo transcurrido y los kilómetros realizados.

No obstante, desde Tráfico indican que es «más fiable» solicitar un informe a la DGT, que ofrece hasta siete diferentes informes a los ciudadanos: reducido, completo, de datos técnicos, de cargas, de vehículos a nombre del interesado, de vehículos sin matricular y de titularidad de vehículos.

Compra de un vehículo de segunda mano

Asimismo, es aconsejable observar ciertos elementos mecánicos el coche, como el motor, que no debería estar ni muy sucio ni muy limpio. También deberíamos comprobar si hay óxido en ciertas partes y soportes del vehículo, lo que podría sugerir un kilometraje muy superior al indicado.

Pero la DGT recomienda fijarse en más aspectos. Así, un coche de 20.000 o 30.000 kilómetros no debería tener los asientos desgastados, ni los pedales sin dibujo o el volante descascarillado. Por eso, es muy recomendable mirar posibles desgastes en piezas que se usan, pisan o tocan habitualmente en la conducción, como esos pedales, la palanca de intermitentes, los mandos de las luces o el pomo de la palanca de cambios, sobre todo si se trata de una caja manual.

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